El Zaragoza aleja los fantasmas
El equipo maño sumó su segunda victoria de la temporada, pero casi desperdicia una renta de 20 puntos al descanso (53-33). Ennis acabó con 17 puntos.
El Casademont Zaragoza sumó su segunda victoria de la temporada ante el UCAM Murcia en un partido en el que arrancó de manera impecable pero que en algunos momentos del último cuarto estuvo a punto de reactivar todos sus fantasmas.
Los veinte o más puntos de ventaja de los que disfrutaron los zaragozanos la mayor parte del encuentro empezaron a achicarse de manera alarmante en unos diez minutos finales en los que el acierto de Frankamp parecía estar dipuesto a poner en entredicho todo lo hecho en la media hora anterior.
Los hombres de Diego Ocampo saltaron a la pista con un alto nivel de concentración ante un conjunto murciano al que le costaba seguir el ritmo de juego que marcaban los zaragozanos.
El sobresaliente acierto inicial de los rojillos les sirvió para arrancar con un 5-0 en el marcador que fueron ampliando conforme se iban consumiendo los minutos.
Un pleno de acierto en los lanzamientos triples de los zaragozanos, con cinco tiros consecutivos anotados, les sirvió para acogotar a un conjunto al que el aro parecía empequeñecérsele cada vez que intentaba un lanzamiento, lo que permitió a los locales con solo tres minutos de juego romper la barrera de los diez puntos de ventaja. Sito Alonso trató de poner orden ante la impotencia de sus huestes para frenar el juego del rival.
El exrojillo Nemanja Radovic era el único que parecía asumir lo que estaba pasando en su antigua pista y trataba de mantener a su equipo en el partido con hasta una docena de puntos, cuando cada uno de sus compañeros solo había sido capaz de anotar una canasta.
El ritmo no bajaba por parte de los maños que se acercaban a los veinte puntos de ventaja que alcanzó con un triple Barreiro (39-19) cuando todavía faltaban cuatro minutos para irse al vestuario.
La tónica no varió y, aunque con algunos altibajos, los rojillos consiguieron mantener a distancia a su rival para irse al descanso con un tranquilizador 53-33.
Los murcianos parecieron salir un poco más entonados del vestuario que los locales y rápidamente recortaron hasta siete puntos de ventaja pero el acierto de Seeley con siete puntos consecutivos en juego más uno de Brussino parecieron devolver la tranquilidad a los rojillos.
De hecho disponían de nuevo de veinte puntos para afrontar los diez minutos finales, pero con lo que no contaban era con la inspiración de un Frankamp, hasta entonces casi inédito, que en cuatro minutos anotó 14 puntos, cuatro triples incluidos.
Los fantasmas de los rojillos hicieron acto de aparición ante la eficacia de un solo hombre que no terminaban de conseguir contrarrestar su eficacia.
La perfección le duró al máximo nivel solo unos minutos, de hecho un triple marrado a poco más de dos minutos para el final (91-81) pudo haber hecho entrar en crisis a los rojillos que terminaron sosteniéndose con los puntos de Benzing y dos triples de Ennis.