Laso recupera a Llull: "Ahora tengo tres bases más puros que él"
El Madrid debuta en el Palacio en la Euroliga ante el Valencia tras perder la semana pasada en Vitoria. Vuelve Llull. Marinkovic ha viajado. Prepelic y Abalde, protagonistas.
“El Valencia tiene ya poco de cenicienta”, dice Pablo Laso antes de enfrentarse a los de Ponsarnau. Un duelo que se ha convertido en un clásico moderno con una rivalidad extra en los despachos. De ahí que Prepelic, con pasado blanco, y Abalde, fichado por el Madrid el pasado julio del club taronja pagando la cláusula de 1,5 millones de euros, le añadan picante. Se lo quita un poco, lo de siempre en la nueva normalidad, las gradas, que siguen vacías en el Palacio, ahora en su estreno del curso europeo.
El Valencia tiene la baja de Sastre y recupera a Marinkovic, que ha viajado con el grupo. El Madrid llega de una semana, la pasada, bastante extraña, en la que aplazó su partido del domingo por un positivo del Gran Canaria y antes venía de encadenar su mejor actuación del curso (en Badalona) con la peor (en Vitoria en el debut en la Euroliga) en apenas cinco días.
Laso cuenta de nuevo con Llull tras superar un esguince de tobillo, pero mantiene las bajas de Taylor (lesión muscular) y Reyes (otro esguince). Catorce jugadores disponibles en una plantilla de 16, que a pesar de su amplitud deja dudas no resueltas. Por ejemplo, en el puesto de base, con la esperada marcha del insustituible Campazzo a la NBA, y en la pintura, donde Tavares no tiene un relevo puro. En la dirección, además, Llull parece haber salido de la ecuación. Lo explica Laso: “Este año lo estoy utilizando más de escolta, creo que ahora tengo tres bases más puros que él. Por su situación física y por su estilo de juego podemos aprovechar mucho sus virtudes al dos. Incluso si echara mano de alguien más, no solo de Campazzo, Alocén y Laprovittola, estaría Abalde. Debemos centrar a Sergi en lo que queremos, la mayoría del tiempo en mi cabeza lo veo como escolta, aunque si tiene que hacer de base no habrá problema”.
Respecto a la falta de un relevo de Tavares (la pandemia frenó el fichaje de Zizic), el técnico ve así la situación: “Es muy dominante y especial. Tengo jugadores polivalentes y diferentes que pueden suplirle, pero con roles diferentes porque Tavares solo hay uno. Y ahí creo que Garuba es un cuatro, aunque pueda actuar de cinco. ¿Thompkins? Si le preguntas a él te dirá que en la universidad siempre ejercía de pívot, así que no solo no le molesta sino que está contento. Se mueve bien cerca de canasta y, defensivamente, es el que más nos puede ayudar de cinco”. Alternativas para tapar un agujero.