Supercopa: protocolos sanitarias para olvidar la burbuja
Tenerife acoge el segundo torneo de la ACB tras el parón de coronavirus. Las medidas serán similares a las de Valencia, pero sin un espacio especial.
Tenerife acoge el segundo torneo ACB tras el parón por el coronavirus. El primero fue la exitosa fase final de la Liga Endesa en Valencia, que recibió a 12 equipos en un burbuja sanitaria durante 14 días. La experiencia no se repetirá en esta Supercopa que arranca hoy, pero que igualmente contará con un entorno seguro. La idea es que el primer título del curso se asemeje lo máximo posible a la realidad que deberán afrontar los clubes durante la Liga, que arranca en una semana: vida diaria normal, desplazamientos y estrictos protocolos sanitarios para poder jugar.
Las medidas acordadas para la Supercopa (y que seguirán en la competición liguera) comienzan con las pruebas PCR previas al torneo a los cuatro equipos participantes, y continúan en el pabellón Santiago Martín, que no contará finalmente con público (5.100 espectadores). La sede de la Supercopa se divide en dos zonas: verde y azul.
Zona verde y azul
La primera afecta a los lugares deportivos como vestuarios, banquillos, pista... Se seguirá el estricto protocolo sanitario de Valencia con desinfección continúa de material y espacios en los descansos, al final de cada partido, tras cada entrenamiento... La mascarilla será obligatoria todo el tiempo, salvo para jugadores y entrenadores y ayudantes principales en pista e inscritos en el acta del encuentro. Los árbitros también cuentan con esa dispensa. Los banquillos se dispondrán en forma de L y las gradas se recogerán un metro para aumentar el espacio disponible. La mesa de anotadores, por su parte, contará con una mampara de metacrilato de dos metros de altura.
La zona azul está acondicionada para los civiles (prensa, directivos...). La mascarilla deberá llevarse siempre y no existirá contacto entre ambos mundos. La prioridad sanitaria por encima de la deportiva.