LaMelo Ball, clave inesperada en un futuro anillo de los Warriors
Con la lotería del draft sorteada y los Warriors buscando traspasar su número 2, el interés de varios equipos en LaMelo puede ser la mejor opción para los de La Bahía.
La noche del jueves se sorteó la lotería del draft. Los Minnesota Timberwolves se llevaron el número y justo detrás quedaron los Golden State Warriors, quienes van a protagonizar una de las historias más interesantes del draft debido a las necesidades radicalmente distintas que tienen respecto al resto de franquicias que elegirán en los primeros puestos. Con una camada que a priori no tiene una futura estrella tan clara como en otras ocasiones y unos Warriors que esperan volver a pelear por el anillo la próxima temporada, los de La Bahía están plateándose seriamente buscar un traspaso en el que coseguir algo lo más parecido posible a un estrella que juntar con el trío Curry-Thompson-Green, incluyendo en la operación su número 2 del draft, entre otras cosas.
Todos los periodistas que han preguntado por el tema dicen lo mismo, sean cuales sean sus fuentes. Los Warriors prefieren traspasar el 2 que elegir a uno de los jugadores que se han presentado a este draft. Quieren sumar una nueva pieza a su plantilla e ir ya a por un nuevo anillo. Esperan contar con sus tres estrellas sanas y saben que en ese caso están en disposición de pelear con cualquiera, pero también saben que sobre todo a Curry, pero también a Klay y a Thompson, se les va a acercando poco a poco el momento de sus carreras en que la curva de rendimiento comience a ser descendente. Y es por eso por lo que no quieren perder tiempo en formar un equipo dominante. ¿Qué opciones tienen de conseguir un traspaso por una estrella?
Wiggins, ¿el nuevo D'Angelo Russell?
Como decíamos al principio, este draft no rezuma el talento de otras ocasiones. El número 2 de los Warriors, que no deja de ser una gran posición, no tiene el mismo atractivo que debería tener casi cualquier año. Así que esa elección por sí sola puede que sea insuficiente para convencer a otra franquia para hacer un traspaso. Pero cuidado. Los Warriors tienen un as en la manga. En el traspaso que en febrero hicieron con los Wolves, en el que intercambiaron a D'Angelo Russell por Andrew Wigins, los californianos también recibieron una primera ronda de 2021 con protección top-3. ¿Qué queire decir esto? Que si los Wolves tienen una de las tres primeras elecciones se quedarían con ella, pero si les toca del número 4 en adelante sería para los Warriors.
Esta campaña los Wolves se han llevado el 1 después de acabar con el tercer peor récord. Pero es de esperar que con ese número 1 se lleven un jugador que mejore el equipo lo suficiente como para ascender alguna posición respecto a este año, cosa que no parece tan difícil si tenemos en cuenta que sólo ha habido dos equipos peores y uno eran unos Warriors cuya posición se ha debido a las lesiones. En caso de no tener una de las tres primeras elecciones los Warriors podrían contar con dos primeras rondas (el número 2 de este año y del 4 en adelante del próximo) para incluir en el posible traspaso.
Hasta aquí el tema de las rondas de draft. Ahora hay que cuadrar sueldos. Si el equipo de La Bahía pretende traerse algo parecido a una estrella es de suponer que cobrará bastante y el espacio salarial que tinen ahora mismo es nulo. Tendrían que incluir un gran sueldo en el traspaso para equilibralo y el único jugador de la plantilla que está en condiciones de ocupar esa plaza (y que no se llame Stephen Curry, Klay Thompson o Draymond Green) es Andrew Wiggins. Cuando llegó en febrero por D'Angelo Russell desde los despachos se dijo que la intención no era traspasarle en un futuro cercano y que contaban con él para aportar a este proyecto. Algo parecido dijeron el verano pasado con Russell. Aunque el caso de Wiggins no está tan claro que vaya a acabar igual, si se les pone a tiro una estrella no dudarán en incluirle en el traspaso. La cuestión es, ¿quién quiere a Andrew Wiggins?
LaMelo Ball, el factor sorpresa
Del Wiggins número 1 del draft de 2014 queda poco. Sus temporadas en Minnesota, teniendo en cuenta el hype con el que llegó a la NBA, han sido decepcionantes. En lo individual y en lo colectivo. Es probable que en los Warriors, siendo el cuarto espada, rinda mejor al no tener tanta presión ni tantos ojos encima de él. Pero su valor actual como moneda de cambio, y más en el caso de quererlo cambiar por una estrella, es más bien poco. Pero, una vez más, los Warriors pueden tener otro as en la manga. En este caso bastante inesperado.
Se trata de LaMelo Ball, hermano pequeño de Lonzo y para muchos el jugador con más talento de esta camada, pero al mismo tiempo un hombre que deja muchas dudas en aspectos que deberían ser esenciales en su juego como la eficacia en el lanzamiento o la defensa, que quienes le han seguido la definen como inexistente. Aún así sigue teniendo sus admiradores y ya hay informaciones que hablan de que más de un equipo se pensaría seriamente escalar posiciones en el draft para intentar llevárselo. Entre ellos se menciona a los Chicago Bulls (actual número 4), los Detroit Pistons (número 7) y los New York Knicks (número 8).
Por mucho que hayan bajado las acciones de LaMelo, que lo han hecho desde que empezó la temporada en Australia, parece imposible que le puedan elegir cualquiera de esos tres equipos con sus actuales posiciones. Quizá los Bulls si se dan varias cirscunstancias, pero no es ni mucho menos seguro. Así que si de verdad quieren ir a por LaMelo, este tipo de franquicias sí que podrían ser objetivos claros de los Warriors para sentarse a hablar de un traspaso. Un potencial acuerdo Wiggins + el número 2 (y algún detalle más para equilibrar los 7 millones de diferencia) por Griffin + el número 7 con los Pistons no sería descabellado. Seguramente sea el mejor jugador que se podrían llevar de esos tres equipos, pero la idea iría por ahí y tienen dos meses para discutirla. Por Griffin o por quien prefieran.
James Wiseman mirando al futuro
Los Warriors también tienen la excepción salarial de 17 millones del traspaso de Iguodala a los Grizzlies. Ese es otro camino para llevarse algún jugador de nivel, aunque no estaríamos hablando del mismo nivel que, por ejemplo, Griffin (cobra casi 37 el año que viene). La última opción, ya sea queriendo o por oblligación, porque no llegue a buen puerto ninguna de las negociaciones que lleven a cabo con otras franqucias, es elegir a un jugador en el número 2 de este draft. En ese caso se pueden plantear la ecuación de dos formas: o vamos a por un jugador con el techo muy alto pero con más dudas en el corto plazo o elegimos a potencialmente menos talentoso pero que nos ayude a competir desde ya.
Esto es algo que se lleva discuitiendo meses, desde que se vio claro que los Warriors iban a tener una elección alta en el draft y que no iba a haber grandes proyectos de estrella esperando en esta camada. Obi Toppin (ala-pívot) e Isaac Okoro (alero), han ido ganando adeptos con el paso de los meses y se presentarían como los ejemplos perfectos de jugadores que aportarían desde el minuto uno, algo perfecto para un equipo que quiere ser campeón a la de ya.
La otra opción que suena con más fuerza es la de Jason Wiseman. El jugador, que durante su época de instituto encabezó las listas de mejores jugadores del país durante muchos meses, sólo jugó unos pocos minutos con la universidad de Memphis. A estas alturas es todo un enigma lo que puede ofrecer este pívot de 2,16 que, desde luego, es un perfil que los Warriors no tienen ni han tenido en su plantilla durante todos estos años de éxitos. Su tiro exterior, algo que hace años sería indiferente, puede ser su gran rémora a la hora de jugar en la NBA. Pero su nivel defensivo, su prefosionalidad en los bloqueos, su capacidad para jugar en transición y su agilidad en los movimientos al poste hacen que, sobre el papel, sea la clase de pívot que le iría como anillo al dedo a los Warriors. Y en caso de apostar por él, quien sabe si sería la piedra fundacional de un futuro proyecto ganador.
La duda, como con cualquier elección de draft, va a estar ahí. La diferencia es que esta vez un acierto puede decantar el anillo de campeón del año que viene. Y eso no pasa casi nunca. Por eso es tan importate lo que hagan los Warriors.