NBA | ROCKETS 123 - THUNDER 108 (1-0)
Golpe de autoridad de los Rockets en la serie del morbo
Los de D'Antoni consiguieron manejar los tiempos del partido e imponer su habitual ritmo vertiginoso en ataque. Los Thunder echaron de menos al mejor Paul y naufragaron en defensa.
Chris Paul y Russell Westbrook invertían sus caminos el pasado verano en uno de los traspasos más polémicos de los últimos años en la NBA. La pérdida de su jugador franquicia alejó de las quinielas para los playoffs a los Thunder de Billy Donovan. Sin embargo, los de Oklahoma consiguieron dar la vuelta a los pronósticos y acabar quintos en el Oeste. Casualidad o no, los Rockets de Westbrook serían su primer rival en su camino en las rondas finales y el californiano, baja. Más allá del morbo por el reencuentro de la discordia entre Paul y Harden, la eliminatoria arrancaba sin un claro favorito. Sin embargo, el primer envite volvió a contradecir a los pronósticos.
Los Rockets fueron superiores desde el arranque del partido siendo capaces de manejar los tiempos y permitiéndose el lujo de ver cómo los Thunder maquillaban rentas de 20 puntos hasta la mitad. Sin embargo, esos momentos puntuales de acierto de los de Donovan quedaron en nada. Los de Houston arrancaban el duelo con la eterna duda de qué jugador era el más idóneo para sustituir la sensible baja de Westbrook.
House sería el elegido pero Eric Gordon (21 puntos) sería el que sobresaldría en la faceta anotadora. D'Antoni tenía muy clara cuál era la receta del triunfo y así la aplicó durante todo el encuentro. El técnico de Mullens basó su estrategia en el acierto exterior y una defensa zonal exigente, centrando todos los esfuerzos en tratar de proteger la pintura a capa y espada. A nivel ofensivo, Houston juntó durante los 48 minutos a 5 jugadores abiertos, dejando libre la pintura para las penetraciones de su hombre estrella. El planteamiento no pudo salir mejor desde el primer minuto.
Los Rockets mostraron desde el inicio ese afán constante de tratar de sumar desde el perímetro, tiraron 8 triples más que su rival en el primer cuarto. Mientras que en defensa, consiguieron blindar la zona exterior, no así el poste bajo en el que Adams y Gallinari conseguían sacar petróleo de su superioridad a nivel de altura con respecto a sus defensores. Pese a ello, los Thunder se quedaron en 20 puntos, 13 de ellos del neozelandés y el italiano, y acabaron los primeros 12 minutos ya a 8 de los Rockets. El plan defensivo no salió en los de Donovan. La defensa al hombre de Ferguson sobre Harden fue todo un fíasco y el californiano hizo y deshizo a sus anchas acabando el partido con 37 puntos.
Los segundos 12 minutos no hicieron más que reafirmar y consolidar lo visto en el inicio del duelo. En los primeros 150 segundos de cuarto, los Rockets cosecharon un parcial de 9-0 colocándose 17 puntos arriba. Una desventaja demasiado exigente pese a la cantidad de tiempo que faltaba. Y es que los Rockets no daban signos de flaqueza. Los de Donovan continuaban absolutamente desconcertados ante el panorama que se les había presentado. La intensidad defensiva y la brillante aplicación de la defensa zonal convertía cada ataque de los Thunder en un suplicio para los de Donovan.
Pese a ello, Chris Paul y los suyos tuvieron un arrebato final de orgullo con un parcial de 9-0 en escaso minuto y medio, llegando a reducir la desventaja de 20 a 11. Todo quedó en un espejismo. Harden, Gordon y un triple de Jeff Green acallaron las esperanzas de los de Oklahoma antes del descanso. Precisamente la labor de los 2 suplentes con más presencia en cancha para los Rockets fue decisiva. Jeff Green y McLemore aportaron 36 puntos entre los 2 saliendo desde el banquillo, mientras que los 5 suplentes que anotaron en los Thunder sumaron 27 puntos. El banquillo tuvo un papel fundamental.
Con los jugadores camino de los vestuarios, los árbitros pitaron una técnica a Chris Paul, desesperado y desaparecido durante los 37 minutos que estuvo en cancha. Pese a que se quedó a una asistencia del triple-doble, Paul no fue el Paul de la fase regular en la que supo comandar a su equipo. Se le vio desdibujado y superado, con porcentajes bajos de anotación y lejos de su mejor nivel. Un no presentado en toda regla.
En el tercer cuarto, el partido se convirtió en un auténtico correcalles que perjudicó más si cabe a los Thunder. Los de Donovan no están hechos para plantear partidos de este tipo y el planteamiento inicial saltó por los aires. Pese a ello, mantuvieron el tipo en el parcial, gracias a los 2 únicos jugadores que supieron interpretar su papel. Tanto Gallinari como Adams empezaron a aparecer de forma más asidua y continuaron acrecentando sus dobles dígitos de anotación. El italiano acabó con 29 y el neozelandés con 17 puntos.
Los Rockets se llevaron el tercer parcial y a falta de 12 minutos estaban 21 arriba. El último cuarto era un trámite. Pese a que los entrenadores mantuvieron un cierto recelo a las rotaciones, finalmente se decantaron por dar espacio a los menos habituales. Fue un último cuarto de alternativas y de parciales cortos de ambos equipos que terminaron llevándose los de Donovan. De esta forma, los Rockets se adelantan en la serie y buscarán el próximo jueves (21:30 hora española) reafirmar la solidez mostrada en el primer duelo. Westbrook seguirá fuera y Dort podría volver en los Thunder con la misión de hacer las veces de un Terrance Ferguson que se vio superado en su objetivo de mantener a raya a Harden.