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El 'enigma Doncic': la caída de Divac y el ascenso de Joe Dumars

Los Kings ya no tendrán a Vlade Divac como general manager tras su pobrísimo paso por la burbuja. Las decisiones del pasado acorralan a una franquicia sin rumbo claro.

El 'enigma Doncic': la caída de Divac y el ascenso de Joe Dumars
KIM KYUNG-HOONREUTERS

Vlade Divac, uno de los grandes de la historia del baloncesto europeo, dejará su cargo como general manager de Sacramento Kings después de un lustro de disgustos en la franquicia californiana, ahora mismo un ejemplo de disfuncionalidad y un equipo camino de igualar el peor récord de temporadas seguidas sin playoffs: lleva 14, los Clippers enlazaron 15 desde que eran Buffalo Braves hasta L.A., pasando por San Diego (1977-1991).

El 3-5 en la burbuja, donde el equipo no ha dado el nivel cuando se había encontrado (el nuevo play in) una segunda bala para buscar las eliminatorias, ha rematado el curso en 31-41, un triste 43% de victorias en una temporada en la que se soñaba con un paso adelante que pusiera al equipo, al menos, en la pelea por volver a playoffs. En la lucha por la relevancia. Los brotes verdes del segundo tramo de la pasada temporada (47,6% de victorias) han quedado en nada. Y Vlade Divac, una leyenda de los Kings por su etapa como jugador (1998-2004) en un equipo que pudo ser campeón, se ha ido pese a tener contrato hasta el verano de 2023. El propietario Vivek Ranadive pagará su sueldo íntegro a un Divac que no se quería marchar pero tampoco aceptaba que su parcela de poder se viera seriamente mermada.

Cae Divac, asciende Joe Dumars

La figura clave de este movimiento es Joe Dumars. El legendario escolta de los Bad Boys de Detroit Pistons, campeón en 1989 y 1990, y un directivo que se estrenó (dejó las pistas en 1999) con muy buen pie en la MoTown: Ejecutivo del Año en 2003, campeón en 2004. Después sufrió reveses y salió por la puerta de atrás de Detroit pero dejó en su currículum la capacidad, o eso se dice, de crear una estructura de despachos fuerte y funcional. Los Pistons, además, fueron finalistas del Este seis temporadas seguidas (2003-08). Consejero de Ranadive desde junio de 2019, la relación entre ambos se había estrechado hasta levantar muchas suspicacias en la NBA: el cambio de guardia parecía abonado, el fracaso de la burbuja lo ha acelerado. Dumars ejerce ya de vicepresidente de operaciones y general manager de forma interina. Su primera labor debería ser buscar alguien que dirija el día a día de los despachos. La segunda, ver que hace con un Luke Walton cuya primera temporada en el banquillo ha sido un desastre y que tiene contrato (como Divac) hasta 2023. En principio, y según el periodista Sam Amick, Walton no corre peligro. Por ahora. Pero cuando llegue el nuevo general manager…

A Divac se le achaca que nunca quiso rodearse de un equipo fuerte que le ayudara en áreas (el salary cap, los workouts pre draft…) en los que tenía muy poca experiencia. Ahora, sin ningún ánimo de ceder terreno en la toma de decisiones, se va dejando un legado muy oscuro como ejecutivo. A pesar de que en 2017 pareció enderezar el rumbo con el traspaso de DeMarcus Cousins en febrero y la llegada de D’Aaron Fox en el draft, en junio (número 5). La nueva directiva tendrá que tratar la ampliación del contrato del base, un casi all star que saldrá a precio de contrato máximo o casi, casi máximo. Y la continuidad de Bogdan Bogdanovic, que es agente libre restringido y cuyo valor tendrá que ser analizado con mucha calma en caso de que el mercado agite una puja fuerte por el serbio. Muchos aficionados respiran tranquilos al sacar a Divac de esas decisiones trascendentales. El pasado verano, en un intento por solidificar un equipo que parecía al alza, Divac firmó una estrategia horripilante: 85 millones por cuatro años para Harrison Barnes, 37x3 para Cory Joseph, 25x2 para Trevor Ariza, 40x3 para Dewayne Dedmon y una extensión de 94x4 para Buddy Hield.

La alargada sombra de Luka Doncic

Esos movimientos exigían una competitividad que apenas ha asomado, aunque el equipo había mejorado justo antes del parón de marzo tras un inicio de temporada calamitoso. Marvin Bagley, el número 2 del draft de 2018, ha vuelto a tener una campaña marcada por las lesiones: solo ha jugado 13 partidos, lo que le deja en 75 en dos temporadas, apenas 10 como titular. Entre lagunas defensivas y una evidente incapacidad para amenazar por fuera y abrir la pista, ha promediado casi 15 puntos y 8 rebotes en la NBA. No es un caso perdido y puede ser un jugador de 20+10 si madura… y le respetan las lesiones. Pero se llevó el número 2 del draft, por detrás de DeAndre Ayton (Phoenix Suns) y por delante de Trae Young, Jaren Jackson Jr, Shai Gilgeous Alexander, un Michael Porter ahora muy al alza… y por delante de Luka Doncic. La salida de Vlade Divac, y seguramente su carrera como ejecutivo en la NBA (si es que continúa) siempre estará ligada a la no elección de Luka Doncic, al que los Hawks se llevaron con el 3 y enviaron a Dallas Mavericks a cambio de Trae Young (5) y una primera ronda de 2019 (fue Cam Reddish).

John Hollinger, que por entonces trabajaba en los despachos de los Grizzlies, explica en The Athletic que por entonces era tan obvio que los Kings elegirían a Doncic que cuando se supo que podrían no hacerlo se despertaron muchas suspicacias: ¿sabrían los Kings algo que el resto no? La conexión europea (y balcánica) era obvia: a Divac le acompañaban en su equipo de trabajo Peja Stojakovic y Peja Drobnjak. Tenían las ventajas de la cultura y el idioma, se les suponía con menos vértigo a la hora de evaluar el talento europeo y no habían tenido problemas para sumara a la plantilla a Bogdan Bogdanovic (antes) y Nemanja Bjelica (después de ese draft). Divac incluso se atrevió a draftear al griego Georgios Papagiannis con el número 13 del draft de 2016. El pívot es ahora un (discreto) jugador del Panathinaikos.

Los Kings apostaron con Bagley y cada partidazo de Doncic (y sale casi a uno por noche) es un golpe en las paredes de los despachos de la franquicia. En la burbuja hubo duelo directo. Con Bagley lesionado, el esloveno le hizo al que pudo ser su equipo 34 puntos, 20 rebotes y 12 asistencias. La sombra de Doncic se alargó sobre Divac mientras las ideas de Joe Dumars anidaban en la cabeza de Ranadive. Curiosamente, a Dumars le persigue una sombra similar en su trayectoria en los despachos. La ironía es obvia, aunque el exescolta puede presumir al menos del título de 2004, el improbable sometimiento de los Lakers de Kobe Bryant, Shaquille O’Neal, Karl Malone… Dumars eligió con el número 2 de un draft histórico, el de 2003, a Darko Milicic. Uno de los peores errores de siempre: el número 1 fue LeBron James, los Pistons le dieron a Milicic el 2 y justo después fueron seleccionados Carmelo Anthony, Chris Bosh y Dwyane Wade.