NBA: ¿partidos en diferido para censurar insultos y palabrotas?
Adam Silver reconoce que un brote en la burbuja volvería a detener la competición y asegura que "no es una cuestión de dólares y céntimos".
La NBA 2019-20 sigue adelante con una extraña sensación de contradicción. Por un lado, la Liga pisa en firme y da pasos hacia un regreso ya totalmente programado y protocolizado. Por otro, la situación de la pandemia en Estados Unidos plantea la opción real de que todo se tenga que parar en este mes de julio que comienza ahora y que acabará con los primeros partidos oficial, fijados en principio para el día 30. Florida, donde se encuentra el complejo de Walt Disney World en el que la NBA está preparando su burbuja, es una de las zonas con peores números y perspectivas con respecto a la expansión del coronavirus.
El comisionado Adam Silver ha explicado en Time 100 Talks que está "confiado" pero con la certeza de que el coronavirus es un enemigo terrible que puede volver a detener una temporada NBA que paró el 11 de marzo, tras el primer positivo oficial, el del pívot francés Rudy Gobert: "Una de las cosas que estamos aprendiendo es que este virus es impredecible. Así que tanto nosotros como nuestros jugadores, con su sindicato, miramos diariamente los números. Si algo cambiara más allá de lo que tenemos previsto, tendríamos que revisar nuestros planes. Hacemos test a diario. Y no hemos puesto un número como límite, pero si vemos un número muy alto de positivos o que se extienden los contagios en el entorno de la NBA, desde luego habría que parar otra vez la competición. Veremos cómo evoluciona. Es distinto si hablamos de casos aislados. Una de nuestras grandes preocupaciones será saber cómo ha llegado la infección. Eso nos dará una visión clara de si tenemos que parar otra vez o no. Pero desde luego si hubiera muchos casos, tendríamos que parar. No puedes simplemente huir de este virus".
Pese a las dudas, Silver está satisfecho con el plan trazado por la Liga: "Estoy convencido de que estaremos será más seguros estar dentro de nuestro campus que fuera. No hay, que yo sepa, muchos entornos en los que se hacen de forma masiva test a los empleados asintomáticos. En cierto modo, este puede ser el modelo de cómo otros sectores pueden ir abriendo sus negocios. Vamos a ser responsables y a ir viendo qué pasa. El gran indicador sería que empezara a haber un pico de contagios dentro de nuestra comunidad".
En Florida se anunciaron ayer más de 6.000 casos de coronavirus para un total de más de 152.000. El sábado se marcó un récord en el estado con 9.585 positivos. Silver asume que es algo con lo que tienen que lidiar: "Tengo confianza. En gran parte porque tendremos un campus confinado al que solo se podrá acceder si se forma parte de nuestros protocolos, que incluyen test constantes. Y si alguien sale del campus, necesitará cuarentena y hacerse pruebas para volver a jugar. Al menos en lo que se refiere al modelo, estaremos protegidos de lo que sucede a nuestro alrededor. Asumo que cuando preparamos este modelo, no estaba tal mal la situación con el virus. No solo en Florida o Texas, en todo el país. Pero al mismo tiempo es un modelo creado para una situación así. Para proteger a nuestros jugadores de los positivos que se van a dar en el exterior. Puede que no nos parecieran algunas cosas tan importantes como nos lo parecen ahora, pero al menos nos estamos preparando para todo. Sabemos que no hay formar de entender ahora mismo hacia dónde va a ir el virus y que no podemos simplemente escondernos. Tratamos de equilibrar seguridad y salud con nuestras necesidades económicas. Nuestra profesión es complicada porque sus trabajadores esenciales, los jugadores, no pueden llevar máscara ni guardar la distancia social. Pero creo que hemos encontrado la forma más segura para que hagan su trabajo".
Sobre esa necesidad económica, dejó claro que no era algo en lo que pensarán de forma exclusiva en absoluto: "Sentimos que tenemos que encontrar nuestra nueva normalidad. Y no es una cuestión de dólares y céntimos porque no es tan rentable para nosotros crear ese campus y jugar en él. Es algo extremadamente caro. Y no va a haber aficionados, no se van a vender entradas. Pero sentimos que nuestro trabajo es que haya baloncesto. No es un modelo sostenible a largo plazo, no de la forma en la que nuestro deporte se ha manejado históricamente. Son circunstancias extraordinarias. Esto pasará. Esto no será así para siempre. Y si dura un año o dos años, tenemos que encontrar la forma de que durante ese tiempo podamos hacer nuestro trabajo, que es jugar partido de baloncesto NBA".
Silver también afrontó las posibles protestas políticas de los jugadores y las franquicias. El mensaje Black Lives Matter estará pintado en las canchas de juego, y el comisionado habló también de si se permitirá a los jugadores arrodillarse durante el himno, que volverá a sonar antes de cada partido, también en los encuentros de Orlando en los que no habrá público en las gradas: "No estoy cómodo con la palabra permitir. Creo que la norma que tenemos que dice que los jugadores tienen que estar en pie es de principios de los 80, antes incluso de que David Stern fuera el comisionado. También entiendo la trascendencia de las protestas actuales. Es algo de lo que hablaremos cuando llegue el momento".
La prueba de que la NBA está pensando en todos los detalles es que incluso está sobre la mesa la opción de que los partidos se emitan en diferido. Sin público en las gradas, se escuchará todo lo que sucede en la pista, incluidos muchos sonidos que normalmente no se pueden percibir. Entre ellos, el trash talking y los insultos y comentarios que cruzan los jugadores en la cancha, algo que Silver cree que quizá deberían tener la opción de cortar no dando los partidos en riguroso directo: "Los jugadores saben que cuando están en pista dicen cosas que no se van a saber por el tremendo ruido que hay en los pabellones. Casi nada se escucha. Ahora van a tener que cuidar un poco ese lenguaje, adaptarse, porque los micrófonos van a captar muchas cosas que normalmente no captan. Con total seriedad creo que puede que tengamos que emitir los partidos por televisión con un pequeño retraso".