Rafa Martínez: "Llevo años pensando que esto se acaba"
El escolta del Bilbao Basket se pronuncia en tono de despedida. Le quedan un mínimo de cinco partidos con el equipo de Miribilla y decidirá si cuelga las botas. El club ficha a Zyskowski.
"Llevo años pensando que esto se acaba. Tener la mentalidad como si fuera el último partido está bien, porque lo das todo, no te dejas nada. Es una buena mentalidad, no sé lo que va a pasar en el futuro, vivo día a día e intentaré disfrutar lo más posible de esta competición". Las palabras de Rafa Martínez suenan a despedida. De momento, a adiós a Miribilla. ¿Seguir en Bilbao? "Lo veo difícil", zanja sin querer profundizar en más asuntos. Queda la incógnita de si no le llenará este extraño fin de curso y querrá apurar un último baile en Manresa, la cuna que le proyectó a la cúspide.
Además, el escolta de Santpedor regresa a casa, a Valencia, donde jugó 11 años y es ídolo. Otro motivo para disfrutar de este mínimo de cinco partidos. No puede ni salir del hotel y el viaje, con ocho horas y media de autobús, fue como aquellos que prodigaban los equipos en los 80 del siglo pasado. "Todos dimos negativo en las ultimas pruebas. No pudimos parar a comer, solo un par de veces a hacer nuestras necesidades en dos zonas poco transitadas. Es muy extraño todo, preferiría que la fase final fuera en Burgos. Si no puedo salir del hotel... todo el mundo quiere verme y les digo que no puedo. Tengo buenos recuerdos. ¡Qué mejor que jugar dentro de las circunstancias en un pabellón que me trae muy buenos recuerdos y donde siempre tengo muy buenas vibraciones!".
Kulboka está tocado en la rodilla y Brown es baja tras operarse en el pie. El pívot lituano va a intentar jugar "pero seremos precavidos, no queremos que nadie se lesione", agrega Rafa Martínez. Y el escolta norteamericano está triste, en palabras de su compañero de posición, "pero también contento porque va viendo el final del túnel y está haciendo algo de pista y tirar... le gustaría ayudarnos, pero es mejor que se recupere bien del pie, el futuro es importante y tiene que estar a tope".
Rafa considera que "los equipos de plantilla más larga pueden tener opciones de ir más lejos" y el trabajo psicológico lo hacen con las risas y los juegos de cartas en el confinamiento. "Cualquier cosa puede pasar, vamos a lo desconocido, a un ambiente sin publico y veremos. Tenemos la ilusión que nos ha llevado a ser quintos en la liga regular. Nuestra filosofía va a ser la misma. Todo el equipo tiene esa mentalidad. No se arruga ni tiene miedo, sigue luchando y trabajando. Eso es ADN Bilbao Basket y ADN Mumbrú", subrayó. Mientras, el club ha cerrado el equipo del año próximo con el fichaje del alero polaco Zyskowski, que está disputando la fase final de la Bundesliga con el Rasta Vechta. Antes había jugado la temporada regular con el Zielona Gora, a las órdenes de Tabak, como compañero de Hakanson, otra de las incorporaciones del Bilbao Basket para el próximo curso.
El que todavía se supone que tiene mucho recorrido en el Bilbao Basket es el canterano Miguel Ruiz, un júnior al que le brilla la mirada por ser uno de los elegidos. "Es un orgullo que confíen en ti para venir aquí, es un sueño representar al Bilbao Basket, como digo siempre, y si tengo la oportunidad, espero aprovecharla y darlo todo para ayudar lo máximo posible". El base bilbaíno de 18 años confiesa que está intentando aprender de los otros doce jugadores de la plantilla que le acompañan en Valencia estos días. "Es otro ritmo al que estamos acostumbrados cualquier júnior, siempre intento hacer cosas nuevas". Rousselle le ha apadrinado y suelen quedarse un tiempo a la conclusión de las sesiones para pulir detalles. "Es de agradecer que te traten así", expone el chaval. Sabe que si le toca salir a la fase final de La Fonteta tratará de hacer las cosas lo más simples posible. "El club está trabajando muy bien la cantera, no solo yo, hay varios compañeros que han podido entrenar con el primer equipo, esa confianza motiva y estamos agradecidos". Palabra de una promesa que ve "preparado" al grupo para hacer una buena fase y que hace siete años era un chiquillo que gritaba en Miribilla para alentar a los 'hombres de negro' y que soñaba con ser uno de los 13 seleccionados "para representar al club al que llevas animando toda tu vida".