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GOLDEN STATE WARRIORS

"En el segundo título con Durant ya no había nada de diversión"

"Era como si nos limitáramos a hacer lo que había que hacer", dice Bob Myers de los Warriors 2017-18: "Supongo que es el mismo peso que sintieron los Bulls".

"En el segundo título con Durant ya no había nada de diversión"
Kyle TeradaUSA TODAY Sports

Los Bulls ganaron seis anillos en ocho años: las seis temporadas (1990-93 y 1995-98) que Michael Jordan jugó completas. En la 1993-94 no estuvo por su extraña primera retirada y en la 1994-95 volvió ya tarde y para caer en playoffs contra Orlando Magic. Los threepeat son en realidad algo muy difícil de alcanzar: solo los Celtics de Bill Russell, los Bulls de Jordan y los Lakers de Kobe y Shaquille los han logrado. Desde entonces (2000-2002), nada: ni los Heat de LeBron James ni los Warriors de Stephen Curry, la última gran dinastía y un equipo que ha jugado las últimas cinco Finales de la NBA (2015-19). Solo aquellos Celtics (diez: 1957-66) pueden presumir de algo semejante. Y ganaron nueve, por las tres de los de la Bahía.

El ansiado threepeat se fue al traste por las lesiones de Kevin Durant y Klay Thompson en playoffs. Pero los Warriors sintieron en sus carnes la presión que supone mantener una dinastía en perfecto estado de revista, seguir compitiendo al máximo cuando lo has ganado todo, responde a la exigencia física y mental de tantas temporadas seguidas de éxito. Los Warriors, en definitiva, experimentaron algo parecido a los últimos Bulls del Jordan, los que dan título al documental The Last Dance. Entre ambos hay una conexión muy directa: Steve Kerr, escolta en el equipo de Jordan y entrenador en el de Curry, Klay, Kevin Durant, Draymond Green...

En la temporada 1997-98, la del último anillo (The Last Dance), los Bulls ya sabían que ese proyecto histórico acabaría allí. Los Warriors, en cambio, lidiaron con la incertidumbre y los rumores constantes durante la pasada temporada, que acabó con la salida de Kevin Durant rumbo a los Nets. El alero no ha podido debutar por su lesión en el tendón de Aquiles durante unas Finales en las que, además, cayó un Klay que también sigue en blanco. Sin ello, y casi toda la temporada sin Curry por una fractura en una mano, el equipo estaba en un paupérrimo 15-50 en su primera temporada tras la mudanza que les ha llevado de vuelta a San Francisco.

Antes de ese curso 2018-19 que acabó con la derrota ante los Raptors, los Warriors ganaron dos títulos consecutivos desde la llegada de Kevin Durant. Pero si en el primero todo fue felicidad, el general manager Bob Myers reconoce que para el segundo las cosas ya fueron muy distintas. Ya en su día Draymond Green reconoció que KD cambió de actitud cuando vio que se seguía considerando a LeBron James el mejor jugador de la liga pese a su exhibición en las Finales. Pero Myers asume, además, que les pasó factura la monotonía de seguir ganando: "En la segunda temporada con Kevin fue como si nos limitáramos a hacer lo que se supone que teníamos que hacer. Pero ya no había nada de diversión. Supongo que hay quien no lo verá así y no fue culpa de nadie en concreto, imagino que todo tiene un peso, un efecto. Supongo que es el mismo peso que sintieron los Bulls. Una carga en las relaciones personales".

Kerr, que jugó en los Bulls entre 1993 y 1998, siempre ha visto las conexiones obvias entre ambos súper equipos: "El documental muestra cosas que yo les decía a mis jugadores en las temporadas 2017-18 y 2018-19. Todos mis mesajes se basaban en mis experiencias de esas dos temporadas, en la carga de fatiga emocional que estábamos arrastrando. Ahora el documental es otro recordatorio de lo duro que es mantener ese nivel de éxito". Myers insiste en la misma idea: "Ganar como equipos, todos juntos, de forma sostenida es muy difícil. Mantener las relaciones durante esos tramos también es muy duro... hay muchas más formas de que todo se vaya al traste que de que salga bien. Me sorprende que cuando hay un equipo así, la gente piense que va a durar para siempre. No creo que haya habido ni un equipo en toda la historia que haya tenido mucho éxito y no se haya enfrentado a conflictos. Es parte del juego".