NBA | CORONAVIRUS

Qué sabemos (y qué no) de una posible reanudación de la NBA

Tras la charla entre Adam Silver y los jugadores, desglosamos todo lo que sabemos (y lo que no) acerca de una posible reanudación de la NBA.

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El jugador de la NBA LeBron James, antes de un partido
EZRA SHAW AFP

"Este podría ser el mayor desafío de nuestras vidas". La frase de Adam Silver, pronunciada durante la charla que tuvo con los jugadores ayer viernes, resume perfectamente a qué se enfrenta la NBA en estos momentos. Extrapolable, sin duda, a lo que nos enfrentamos como sociedad, la competición norteamericana sigue sin saber si se va a concluir la temporada, suspendida desde que el pasado 12 de marzo Rudy Gobert diera positivo por coronavirus. La noticia dio la vuelta al mundo y la NBA se vio obligada a suspender indefinidamente la temporada, un hecho inédito al que nunca antes se ha enfrentado.

Desde entonces, las informaciones sobre la posible reanudación o la definitiva cancelación se han repetido de manera constante, con cada vez más voces hablando de esta última opción. Eso sí, todo el mundo es consciente del impacto económico que ya está teniendo el parón, que podría multiplicarse en caso de que la competición no se volviera a poner en marcha. La NBA ya ha reducido sueldos a los jugadores e incluso el propio Adam Silver se ha bajado el suyo. El comisionado anunció que hasta el 1 de mayo no iba a dar pistas sobre el camino que se iba a tomar, y si bien hemos descubierto nuevos detalles desde entonces, las dudas principales no se han resuelto y la decisión sobre qué hacer podría alargarse hasta junio.

Tras la charla mantenida entre la NBPA y la NBA, hemos recopilado toda la información de estos últimos meses para resumir qué es lo que sabemos hasta ahora y qué no sobre una reanudación de la que ahora mismo no hay pistas. Tanto Shams Charania (The Athletic) como Adrian Wojnarowski (ESPN) han escrito sobre la reunión entre jugadores y comisionado en sus respectivos medios, llamando la atención sobre una serie de puntos mantenidos en ella que nos permiten, junto a todo lo que ha llegado en las últimas semanas, recopilar los datos a tener en cuenta sobre la posible finalización de la temporada y todo lo que ello supone, ya sea para hablar de salarios, aficionados, convivencia con la pandemia o posible fecha de inicio para el curso baloncestístico 2020-21.

¿Hasta cuándo se jugará sin aficionados?

Ya sabíamos que en caso de reanudarse la temporada se haría sin seguidores en las gradas, esa parte indivisible que hace especial al deporte. Sin embargo, en la charla que mantuvo con los jugadores, Adam Silver ha arrojado algo de luz sobre este tema, afirmando que mantendrá su posición de jugar en canchas vacías "hasta que haya vacuna". Es difícil imaginar cuándo ocurrirá, pero la medida es más lógica si tenemos en cuenta que Estados Unidos es el país con más infectados y muertos del mundo por culpa del coronavirus.

Disputar partidos sin público ha sido una de las cosas que más debate ha generado, sobre todo por parte de los jugadores, especialmente de LeBron James. La estrella angelina, que con 35 años estaba cuajando una de las mejores temporadas de su carrera, estaba en contra de jugar sin aficionados en las gradas, pero reculó al cabo de unos días y ahora parece estar a favor de una idea que no tiene más remedio que apoyar. LeBron es una de las voces autorizadas dentro de la competición y la NBA sabe que contar con un discurso favorable por su parte es clave para hacerse con el resto de jugadores. De momento, es una certeza que se jugará sin público si se reanuda la temporada, y una probabilidad muy alta que no volvamos a ver aficionados en las gradas, mínimo hasta 2021.

La 'ciudad burbuja' y los test

Es otro de los temas más recurrentes y uno de los primeros de los que hemos tenido informaciones. También uno que se ha dado en otros países como España, donde son muchas las ciudades que se han postulado para acoger la fase final de la competición doméstica. Pronto se hizo evidente para ciertos sectores de la NBA, que una de las posibles soluciones pasaba por celebrar lo que quedaba de campaña en una misma ciudad. Con esto, se evitaban los largos viajes y los contactos con distintos estados que estarían, cada uno, en distintas fases del confinamiento. Las Vegas se convirtió desde el principio en la ciudad número uno para acoger la parte final de la temporada e incluso hubo polémicas declaraciones de los responsables políticos de la zona que daban prioridad absoluta a la economia por encima de las medidas sanitarias mínimas y desde entonces se ha debatido cuál es la mejor forma de llevar a los equipos y jugadores a un lugar concreto para jugar: viaje, alojamientos...

Sin embargo, parece que la idea ha contado con oposición en la últimas horas. Michele Roberts, directora ejecutiva de la NBPA, no está de acuerdo con llevarla a cabo "¿Van a rodear el hotel de tipos armados? A mí me suena a un encarcelamiento más que a otra cosa", aseguraba en declaraciones a Ramona Shelburne. Además, Roberts avisaba sobre el peligro de que hubiera contagios y cómo tratar a aquellos afectados dentro de esa variable. "Podemos hacer lo que nos piden, sí, ¿pero qué pasa si uno, dos o diez jugadores dan positivo después del tiempo de aislamiento? ¿Cerramos otra vez?". Por otro lado, Adam Silver insistió en este hecho durante su reunión con los jugadores del viernes, y ha dicho que el Walt Disney World de Orlando y la ya mencionada ciudad de Las Vegas podrían acoger la NBA si hay finalmente una reanudación. Antes de eso y en relación a este tema, la competición quiere tener a su disposición todos los test posibles. Silver ya ha informado que si la temporada se reanuda y un jugador da positivo, se hará todo lo posible para que no repercuta al resto y que todo siga en marcha.

El impacto económico

Es un hecho que la economía se va a ver mermada en todos los aspectos de la sociedad, incluido el deporte y, evidentemente, la NBA. Las medidas paliativas que se han puesto en marcha, que incluyen una rebaja salarial a los jugadores y al propio Adam Silver, que la ha llevado a cabo junto con los 100 directivos que más cobran de la competición, no parecen suficientes para frenar el impacto que puede acabar teniendo la pandemia del coronavirus en una competición en la que, ya se ha mencionado, los aficionados no solo son importantes para el deporte, también desde el punto de vista financiero. Y en esto hay que tener en cuenta que el personal de las franquicias incluye hostelería, acomodadores, personal de pista, limpiadores y, en definitiva, todo lo necesario que podemos ver en un partido normal de baloncesto y que hacen personas que ahora mismo no tienen trabajo.

Respecto a este tema también ha habido ciertas discrepancias entre Silver y los jugadores. Por un lado, el comisionado se ha mostrado de acuerdo con la NBPA en que los entrenos, reanudados ayer por tan solo tres franquicias (a pesar de que podían más) son voluntarios. El directivo ha insistido especialmente en esta idea, sobre todo tras conocer las quejas de la NBPA sobre la presión que determinados equipos están ejerciendo para que todos los miembros de la plantilla entrenen. Por otro lado, Silver ha avisado que hasta el 40% de los ingresos de la Liga provienen de los aficionados, y que si se prolonga el tiempo en el que ellos no estén el impacto puede ser aún mayor, al margen de los intentos que se harán para mantenerles involucrados.

Aquí hay una disyuntiva. Recordemos que será en apenas unos días, el 15 de mayo, cuando se empezarán a reducir los salarios de los jugadores, hasta un 25%. Silver ha querido trasladar que, si bien muchos jugadores tienen miedo de regresar a las pistas, tiene que haber un esfuerzo colectivo para convivir con el virus si no quieren que sus salarios se vean más mermados. En otras palabras: si se quiere cobrar, hay que jugar. Evidentemente, no se va a reanudar la temporada si hay peligros, pero si se garantiza un alto porcentaje de seguridad, el comisionado quiere que los jugadores hagan el esfuerzo de regresar a las pistas poniendo el mínimo de trabas posibles. Un mínimo de riesgo de contagio va a existir siempre hasta que no haya vacuna, y si son los profesionales los que se niegan a regresar, sus salarios de verán reducidos.

El inicio de la 2020-21

Es una de las cosas que parecen estar más claras. Todo indica que el inicio de la temporada - no seguirá el formato tradicional y se retrasará hasta el mes de diciembre. Y, siguiendo las últimas informaciones, podría darse incluso el día de Navidad. Los motivos son variados; por un lado, Silver da margen de sobra para que los jugadores descansen en caso de que se reanude la presente campaña, que terminaría en julio (o incluso más tarde). Por otro, se aprovecha para cumplir con un deseo eternamente postergado y fijar otras fechas para la competición, evitando así una coincidencia con el football que les hacía perder audiencia.

Evidentemente, las razones no solo son esas. Además de lo mencionado, el hecho de que el curso pueda empezar el día puede ser un guiño a los aficionados, movilizados en una fecha muy señalada y en la que siempre hay partidos importantes. Y por último (y como bien ha declarado Silver), retrasar la fecha sirve para tener margen para reaccionar a nuevos brotes. Los organismos internacionales han hablado en demasía sobre un rebrote del coronavirus para el mes de octubre, cuando el verano pasa y las temperaturas vuelven a bajar. Si esto ocurre, habría tiempo de sobra para que los posibles nuevos infectados pasen el virus y poder reordenarlo todo para una nueva normalidad, sea cual sea. Y claro, hay más tiempo para encontrar una vacuna. Si la temporada no se reanuda y la siguiente empieza en diciembre, estaríamos sin baloncesto en Estados Unidos (en el resto de sitios ya veremos) de marzo al último mes del año. un hecho insólito sobre el que nadie quiere pensar ahora mismo.

¿Cuándo sabremos si se reanuda la temporada?

Probablemente en junio. Por las palabras de Silver, pero también porque se acaba el margen para una reanudación que tendría que contar con un mínimo de dos semanas (o tres) de pretemporada antes de que la maquinaria vuelva funcionar, sea en Las Vegas o en cualquier otro sitio. El comisionado ha informado de un plan de aceleración "de tres a seis semanas" y ha advertido de que es muy posible que la decisión se prolongue hasta el próximo mes. Y todo dependerá de cómo evolucione una pandemia que tiene su principal foco en Estados Unidos, un país que ya ha empezado en muchos de sus estados con medidas de desconfinamiento.

Lo que sí ha dejado claro Silver es que hay que aprender a convivir con el virus para poner la NBA en marcha. El comisionado ha admitido que los equipos están "muy preocupados" y que se están viendo afectados económicamente. También tiene claro que hay que encontrar una solución lo antes posible: "Hasta que no haya vacuna o un cóctel mágico, vamos a tratar esto colectivamente". Al final, todo depende de cuánto riesgo se está dispuesto a correr y hasta dónde serán capaces de llegar directivos, entrenadores y jugadores. Sobre todo estos últimos, los que más expuestos están al virus. Eso sí, Silver sabe que no será nada fácil reanudar el curso baloncestístico 2019-20 y ha reconocido una verdad dolorosa, pero que todos tenemos que tener en cuenta a la hora de analizar el problema: "Aunque quisieramos reanudar la temporada ahora mismo, no podríamos". Desde luego, la competición norteamericana se enfrenta a una situación inédita, de difícil solución y, sobre todo, con un impacto desconocido. La NBA está, sin lugar a dudas, ante su mayor desafío.