Leandro Barbosa y su mujer contrajeron coronavirus justo antes del nacimiento de su hija
El ex jugador de la NBA dio positivo en Brasil y no pudo acudir al nacimiento de su hija, que ha nacido sin el virus. Su mujer también estaba infectada.
El ex jugador de la NBA Leandro Barbosa, desveló que antes de que su esposa, la modelo Talita Rocco, diese a luz a su primera hija, no pudo asistir al parto debido a que dio positivo en la prueba del coronavirus, estando ella también infectada. El escolta, campeón de la NBA en 2015 con los Golden State Warriors,
En declaraciones a The New York Times, Barbosa, de 37 años, comentó que comenzó a sentir síntomas el 14 de marzo, después de que su equipo, el club brasileño Minas Tênis Clube, jugara un partido en un estadio vacío. El veterano jugador tenía pensado ir a los Juegos Olímpicos con Brasil por última vez en su carrera, pero sus planes, al igual que los del resto de los deportistas, han cambiado.
El campeón de la NBA 2015 comenzó a empeorar durante los días siguientesy decidió ir al hospital el 17 de marzo. "Realmente, sentí que iba a morir", explicó Barbosa. "Estaba teniendo una fiebre loca. Mi cabeza estaba extremadamente mal. Sentía mucho dolor en la espalda, no podía encontrar una posición para acostarme", explicó.
En medio de los temores que pronto serán confirmados de que Rocca, su mujer, también había contraído el virus, sus médicos decidieron por la seguridad del bebé, que el parto se induciría de inmediato, con Barbosa excluido del hospital. La madre de Rocca, Geli, ocupó el lugar de Barbosa en la sala de partos y observó el nacimiento de Isabela Rocca Barbosa el 22 de marzo en FaceTime. "No sabía qué hacer", confesó Barbosa. "Todo lo que hice fue decirle a mi mujer que se iba a tener que enfrentar a esos sola".
Afortunadamente, todo salió bien y la hija nació sin coronavirus. Rocca tuvo que esperar hasta el día siguiente para poder cogerla en brazos por precaución y Barbosa ha pasado las primeras dos semanas de la vida de su hija sin poder verla, pero finalmente todo ha salido bien. "Gracias a Dios", comentaba el jugador, que ha vivido uno de los episodios más trauméticos de la pandemia. Afortunadamente, uno con final feliz.