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THE LAST DANCE

Bill Laimbeer: "Los Bulls de Jordan eran unos llorones"

El ex jugador de los Bad Boys ha criticado duramente a Jordan y a los Bulls: "Nos definieron como malas personas. No quería darles la mano. Solo eran llorones".

Bill Laimbeer ha criticado duramente a Jordan y a los Bulls: "Nos definieron como malas personas. No quería darles la mano. Solo eran llorones"
Ethan MillerAFP

The Last Dance se está convirtiendo en una batalla camoal entre Detroit Pistons y Chicago Bulls. El rencor acumulado está saliendo a la luz y las declaraciones cruzadas entre ambos equipos, especialmente sus dos jugadores franquicia (Joeda e Isiah) no hacen más que repetirse. Si el escolta llamaba a Thomas "gilipollas" y éste hacia referencia a su vez a ese Dream Team al que no fue, ahora ha sido Bill Laimbeer el que se ha encargado de rajar sobre los Bulls. Y, como no podía ser de otra manera, no ha dejado indiferente a nadie.

"Se quejaron y lloraron durante un año y medio acerca de lo malos que fuimos por el juego, pero lo más importante, dijeron que éramos malas personas, y no éramos malas personas. Solo intentábamos ganar y jugar al baloncesto. Eso realmente me quedó grabado porque no sabían quiénes éramos o de qué éramos como individuos, cuál era nuestra vida familiar... Por todo eso no quería estrecharles la mano. Solo eran llorones. Ganaron la serie. Dales crédito: nos hicimos viejos y al final nos ganaron. Pero ya está bien, que sigan adelante", aseguraba en declaraciones ecogidas por CBS Sports.

Laimbeer fue uno de los miembros originales de los Bad Boys, un pívot de 2,11 que fue pionero en el uso del triple en una década en la que esto era raro ya de por sí en los jugadores exteriores y que él llegó a utilizar a pesar de ser uno de los principales pívots de la competición. Su fama de agresivo e incluso de violento le granjeó muhos enemigos, pero también representó perfectamente el estilo de esos Pistons de Chuck Daly, que ganaron el anillo en 1989 y 1990 antes de irse sin dar la mano a Jordan en 1991, cuadon cayeron (4-0) en las finales del Este tras haber eliminado a los Bulls las tres campañas anteriores. Algo de lo que, dice, no se arrepiente:  "¿Por qué iba a hacerlo? No me importa lo que digan los medios sobre mí. Si me pasara sería solo por el baloncesto, especialmente en esos días. Yo solo me refería a ganar partidos y campeonatos. Hice lo que tenía que hacer para aprovechar al máximo mi potencial, al igual que mi equipo. Al final, somos campeones".

El pívot disputó 14 temporadas en la NBA, empezando en los Cavaliers sus primera temporada y media y despuntanto en Detroit, donde se movió en promedios de en torno a 16 puntos y 12 rebotes, siendo el mejor de la NBA en esa última categoría en la 1985-86, con 13,1 por partido. Su versatilidad le permitía jugar dentro y fuera o defender en varias posiciones, algo que podían hacer varios de esos míticos Pistons, que formaron una plantilla de ensueño con Isiah Thomas, Rick Mahorn, Vinnie Johnson, Joe Dumars, Dennis Rodman... Desde luego, un equipo histórico. Por mucho que no todos lo recuerden con cariño.