Pese a los tiempos de incertidumbre que hay en la ACB, muchos clubes no se quedan parados y hasta planifican el futuro. El Bilbao Basket aún no ha decidido si hará recortes en los salarios de su plantilla, ya que está pendiente del desarrollo de los acontecimientos, y ya tiene el primer fichaje para el curso próximo. Se trata de Ludde Hakanson, una cara muy conocida en la competición española. Se formó en el Barcelona desde edad cadete y parecía que iba a asomarse en el primer equipo, pero ya se sabe que la cantera culé es un cero a la izquierda en el mundo de la canasta, que se lo digan a Sulejmanovic.

Llegó a ser tercer base en el Palau y fue cedido al Riga; luego pasó por Sevilla (fue parte del Mejor Quinteto Joven Liga Endesa de la temporada 2015-16), Fuenlabrada y Estudiantes y este año dejó la Liga Endesa para iniciar una nueva etapa en otra liga menor, con el Zielona Gora polaco. Demasiadas estaciones para un chico tan joven, síntoma de que necesitaba un proceso de maduración,

Su llegada, adelantada por el periodista Chema de Lucas, desplazará a Schreiner tras dos años en la capital vizcaína. Fue uno de los héroes del ascenso, con un triple decisivo. Su carácter luchador le ha hecho conectar muy bien con la grada, como le pasó en Burgos, Hakanson es más físico, mide 1,93 y es uno de esos bases cuya altura les da ventaja en ambas partes del campo. Mumbrú y el director técnico, Pueyo, han recibido buenos informes sobre él por parte de su compatriota Borg, 'exhombre de negro' actualmente en las filas del Betis.

Ludde mejorará a Schreiner en cuanto a aportación ofensiva. Tiene muchos recursos para anotar; tira de tres, entra a canasta, corre la pista, finaliza bien y sobre todo, es capaz de crear su propio lanzamiento, tanto a media distancia como en triples.