Los Warriors no quieren saber nada de LaMelo Ball en el draft
Algunas informaciones hablan de los problemas en el tiro y la defensa como factores decisivos para la franquicia, que estaría pensando en bajar puestos en el draft si les toca el 1.
Con la fecha del draft aún en el aire (sigue siendo el 25 de junio pero las franquicias ya han pedido a la NBA que lo retrase) las directivas no dejan de trabajar. No lo están haciendo en directo, viendo el progreso actual de los jugadores en entrenamientos y partidos, pero sí a partir de lo que habían dejado hasta ahora y haciéndose un mapa mental de cuáles pueden ser sus decisiones en una de las noches más esperadas del año. Esta vez, sin embargo, sin tantas espectativas como otras veces. El grupo de jóvenes que se aproxima a la NBA no está deslumbrando y muchos especialistas indican que los favoritos al número 1 serían elegidos entre el 6 y el 10 en cualquier otro draft.
Uno de esos favoritos es LaMelo Ball, hermano pequeño de Lonzo y, por supuesto, hijo del polémico LaVar Ball. La ESPN, quizá la publicación más respetada en cuanto a proyecciones de draft, sitúa al pequeño de los Ball en la segunda plaza por detrás de Anthony Edwards, aunque durante los primeros meses de la temporada le colocaba en lo alto de la lista. Es aquí donde aparecen los Golden State Warriors, último clasificado de la liga. Tras los cambios en los porcentajes de la lotería del draft que se aplicaron el año pasado, el peor récord tiene un 14% de posibilidades de llevarse el número 1 y un 52% de quedarse con una de las cuatro primeras elecciones.
Hay muchas opciones de que los Warriors elijan muy arriba y si eso ocurre parece que LaMelo no es una opción para ellos. La franquicia de la Bahía maneja varios informes que hablan de que su tiro "no es fiable", además de cuestionar "su nivel de atención en denfensa". LaMelo jugó solo doce partidos en la liga australiana antes de lesionarse, aunque su rendimiento fue suficiente para catapultarle a lo más alto de las proyecciones del draft. Sin embargo, es cierto que su porcentaje en el lanzamiento deja bastante que desear. Con un 37% en los lanzamientos de campo en la prensa que cubre la información de los Warriors ya hablan de que su selección de tiro quedaría en evidencia en un equipo con Curry y Klay al lado. Además, sus problemas defensivos no pegan en absoluto con la mentalidad de un equipo famoso en todo el mundo por su ataque, pero campón tres veces y finalista cinco también por su defensa, una de las mejores de la liga durante esos gloriosos años.
Un paso atrás para tomar impulso
En caso de que a los Warriors les tocase la primera elección, casi todo el mundo cree que se decantarían por Edwards, quien a estas alturas se ha convertido en número 1 casi unánime por incomparecencia de sus rivales (LaMelo lesionado y Whiseman despedido). Lo que no está tan claro es que se conformen con elegir en primer lugar. Parece una contradicción, pero todo tiene su explicación. El año que viene los Warriors tendrán a Stephen Curry y Klay Thompson sanos, Draymond Green descansado y Andrew Wiggins como nueva opción. Todo ello les convierte en candidatos al anillo.
Si en el próximo draft hubiese un Zion Williamson o un Luka Doncic seguro que no se lo pensarían dos veces en quedarse con la primera elección, pero como parece que no va a ser el caso lo que están tramando es bajar posiciones. Así lo ha confirmado el mismísimo Joe Lacob, uno de los dueños de la franquicia: "Vamos a fijarnos en todos los escenarios posibles. No te voy a esconder que estamos viendo qué jugador podría encajar con nuestra posición. Y tal vez cambiemos de posición, es una posibilidad. No digo que sea seguro, pero lo estamos valorando".
¿Qué ganarían con ello? Sacar dos elecciones más bajas en lugar de una más alta. O bien una elección más baja y un jugador. Eso ya sería cosa de nogociar con otra franquicia que por la razón que sea le interese subir puestos en el draft. En un año en el que no parece haber tanta diferencia en los primeros tres puesto y el resto, elegir un poco más abajo no duele tanto. Sobre todo si tu objetivo es ganar ya, como va a ser el de los Warriors la próxima temporada. Y en ese caso, lo que te interesa conseguir en el draft son jugadores que aporten en un nivel de exigencia y de competitividad alto desde el primer momento. Es decir, priorizar a los que lleguen más hecho que a otros con un techo más alto, epro un presente incierto. Ahí entrarían los nombres de Obi Toppin, Isaac Okoro o Deni Avdija, que en San Francisco parecen gustar mucho más que el de LaMelo Ball.