Los Grizzlies vuelven a ganar de 39 como unos campeones
Dos partidos seguidos y dos victorias por 39 puntos de los Grizzlies. Sólo dos equipos han hecho algo igual en la historia y los dos fueron campeones.
Los Memphis Grizzlies venían de dar un repaso a los Atlanta Hawks, en Atlanta, y 24 horas después hicieron lo propio en Brooklyn, donde los Nets se diluyeron como un azucarillo, de manera literal, en la segunda mitad. Dos partidos seguidos ganando por 39 puntos y tercera victoria consecutiva justo en el momento en que parecía que se iban a dejar pillar por los tres o cuatro equipos que siguen estando ahora a una distancia prudencial (Blazers y Kings a tres partidos y medios). Sólo dos equipos antes habían ganado dos partidos seguidos fuera de casa por más de 35 puntos: los Kncks en la 69-70 y los Spurs en la 06-07. Amboas fueron campeones, algo que sería una de las mayores sorpresas de siempre si se repite con estos Grizzlies.
Los Grizzlies siguen sin contar con Jaren Jackson ("Puede volver la semana que viene" según su entrenador) pero ya han conseguido ajustar el equipo a su ausencia y vuelven a jugar magníficamente. Sin duda lo que mejor define a este grupo que en su mayoría se compone con jugadores muy jóvenes es la solidaridad. Hay muy poco individualismo y mucha inteligencia para gente con tan poca experiencia. Ahí está de momento, y más allá de la calidad individual que hay en la plantilla, la fuerza de este grupo. Anoche saltaron a la pista 13 jugadores y ninguno llegó a los 20 puntos, pero todos menos Jarrod Uthoff, que promedia cuatro minutos esta temporada y que anoche jugó los de la basura, sumaron al marcador final.
El máximo anotador fue Josh Jackson (19), que se quedó a un punto de su mejor marca del curso y que es lo que les faltaba a los Grizzlies, sumar para la causa a un jugador que parecía perdido para el baloncesto a pesar de estar en su tercer año en la NBA. Junto a él Tyus Jones (otro suplente) también estuvo magnífico con 18 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias y un 5/6 en triples.
Los 14 puntos de los Nets en el último cuarto fueron el resumen perfecto del partido de los locales, que fueron de más a menos hasta convertirse en la más absoluta de las nadas. Ambos equipos comenzaron tirando fatal y los de Brooklyn se fueron por delante al final del primer parcial (23-22), pero en cuanto los visitantes ajustaron el objetivo no tuvieron como responder al desafío. Después de la machada de Boston, donde ganaron en la prórroga con 51 puntos de Caris LeVert, los Nets sí que notaron jugar en back-to-back y no fueron rival para un equipo que recupera la marca del 50% de victorias.