En lo que parecía ser un encuentro tranquilo entre los Wisconsin Heard (filial de los Milwaukee Bucks en la G-League) y los Grand Rapids Drive (filial de los Detroit Pistons), al final resultó ser un encuentro con historia.

Los Wisconsin Heard llegaban al último cuarto con una ventaja de 21 puntos, algo insalvable para muchos equipos, pero no para el filial de los Pistons, que remontaron y se llevaron el encuentro.

Chase Buford (hijo del CEO de los San Antonio Spurs, Robert Canterbury Buford) es el entrenador jefe de los Heard, y después del encuentro protagonizó una muy mala comparecencia ante los medios: 

"El arbitraje definitivamente fue correcto para Grand Rapids. Eso fue tan poco profesional como puede ser una actuación arbitral. Espero que twittee esto y etiquete la liga, porque fue vergonzoso. Matt Rafferty es un payaso afín. Dicho esto, tenemos que ser mucho mejores al final de los partidos. No podemos perder una ventaja de 21 puntos con 12 minutos para el final. Por malos, parciales, injustos e ilegales y engañosos que sean los árbitros, tenemos que ser mejores para cerrar los partidos. Y así es como me siento"

El entrenador, en apenas 30 segundos, tuvo tiempo suficiente para llamar "payasos" o "engañosos e ilegales" a los árbitros del encuentro.