El Valencia, contra el duopolio
Los de Ponsarnau tienen armas ante un Madrid que enlaza nueve finales en las últimas diez ediciones. Las semifinal, a las 18:30 en #Vamos.
El Madrid y el Barça han dominado la Copa en la última década con puño de hierro, cinco títulos cada uno y nada para el resto. Así que con los azulgrana eliminados, todos los dedos señalan como favorito al Madrid, que enlaza nueve finales en las últimas diez ediciones, como nunca antes en la era ACB, más cerca de los tiempos de Ferrándiz. Pero el músculo competitivo blanco no tapa que ha llegado a la cita algo renqueante, con más dudas de las habituales.
Le espera el renacido Valencia Basket, cuyos cimientos se tambaleaban allá por noviembre cuando enlazaba derrotas con traspiés hasta acumular 12 en 16 partidos. Muchos vieron peligrar el puesto de Jaume Ponsarnau, "un gran tipo y un gran entrenador", en boca de Laso. En el club capearon el temporal sin giros bruscos de timón, una estabilidad que ha traído recompensa: "Hemos logrado ser un bloque de 14 que aprovecha la fuerza de cada uno", afirma el técnico taronja. En puestos de playoff en la Euroliga tras una fabulosa remontada y a una victoria de la final de Copa, en la que entró por la gatera pero entró, lo que no pudo hacer el Baskonia.
El jueves abatió al Barça con una exhibición defensiva y de derroche físico, y también de talento, paciencia, circulación de balón y amenaza exterior. Y es que si alguien ha discutido el duopolio copero de los dos grandes ha sido este Valencia. En 2013 perdió la final con el Barça y en 2017 ante el Madrid en la bien llamada Copa de Llull con Doncic presente, una espinita que aún lleva clavada. "Hoy es un buen día para quitárnosla", asegura Ponsarnau, ayudante entre 2016 y 2018. "Un tal Llull se sacó un par de triples... Otro partido más en la retina para utilizar y ser mejores".
Vives, Rudy y Randolph, dudas
El duelo con Laso en los banquillos es el de dos capitanes de la nave que transmiten una normalidad que "quizá esté subestimada", explica el del Valencia, "porque ha habido mucha influencia de la escuela serbia y también del fútbol". Ponsarnau siempre lo tuvo claro: "La mejor manera de hacer mi trabajo es ser yo mismo, incluso aunque no encaje en todos los sitios". En Valencia, sí, un club en transformación "con un antes y un después desde la construcción de L'Alqueria", unas instalaciones magníficas de 15.000 metros cuadrados que costaron 18 millones de euros, una gran inversión en mecenazgo de Juan Roig.
Al equipo taronja le desvela Vives, duda por un fuerte golpe que puede dejar a Colom como único base con la ayuda puntual de Abalde. En el Real preocupan Rudy (aductor) y Randolph (soleo) y Laso decidirá hoy si entra Thompkins o sigue Mickey para acompañar a Tavares en la pelea con Dubljevic y Tobey. Una semifinal con rango de final.