Mientras la NBA sigue hablando de otro millón de cosas, cada día una nueva (ayer, por ejemplo, el error arbitral dantesco en el cierre del Jazz-Blazers), los Bucks siguen ganando partidos. Muchos por diferencias como mínimo notables, el último en Orlando y por un 95-111 que era 95-112 en el cierre, antes de que se corrigiera un tiro libre sumado por error a Giannis Antetokounmpo en el primer cuarto. Total, que los de Wisconsin marchan 45-7 y siguen en el increíble ritmo de victorias (por encima del 86%) que los convertiría en el tercer equipo de la historia en alcanzar las 70 victorias en una Regular Season. En 52 partidos, los suyos por ahora, así estaban los otros dos: 48-4 los Warriors del 73-9, que justo llegaban al parón del All Star Weekend, y 47-5 (solo dos victorias más) los Bulls del 72-10.

Con su ritmo supersónico y su +12,5 de diferencial de puntos (casi ciencia ficción), los Bucks son un equipo que juega muy bien, gana casi siempre... y recibe poca atención. Al menos para lo que merece. Por ser de un mercado pequeño (un eterno asterisco), porque se les empieza a dar por hecho y siempre parece (repito) haber otras distracciones, o porque muchos siguen sin fiarse después de su patinazo en la última final del Este, cuando los Raptors les remontaron un 2-0 que parecía casi definitivo saliendo de Milwaukee. El caso es que ellos siguen, siguen y siguen, y en Orlando ganaron de principio (un triple de Middleton) a fin, sin ir nunca por detrás en el marcador, algo que han logrado ya trece veces esta temporada. Era, además, el adelanto de lo que seguramente será una primera ronda del Este... con muy poca emoción. Los Bucks van a acabar primeros y los Magic octavos casi por inercia. Están (con un feo 22-31) a dos triunfos de los Nets y con dos y medio de ventaja sobre los Wizards, el sorprendente noveno.

Antetokounmpo, una vez corregido ese tiro libre que había fallado, se quedó en 18 puntos pero sumó 18 rebotes y 9 asistencias. Y su equipo se obligó a un último ejercicio de control después de tener el partido reventado (46-73 tras un 0-10) en el inicio del tercer cuarto. Pero cinco minutos con solo dos puntos y sin canastas en juego en ese parcial (con un 0/12 en tiros y 3 pérdidas) apretaron las cosas lo justo: 71-84 primero y 80-89 (luego 80-88, cosas...) a nueve minutos del final. Entonces Brook Lopez anotó su quinto triple (sin fallo: 23 puntos y 6 rebotes) y la ventaja volvió a ponerse por encima de los diez puntos para no bajar nunca de ahí. Middleton acabó con 21 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias y Bledsoe con 18+4+8. Y los Bucks tuvieron que trabajar en el último cuarto pero ganaron finalmente con la autoridad habitual a unos Magic trabajadores pero muy justitos en los que Vucevic sumó 21 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias y Markelle Fultz, 15 puntos. Muy poco contra un equipo en ritmo histórico. Aunque se hable poco de él.