Los Rockets no tienen término medio: batacazo en Phoenix
El súper small ball ofreció esta vez su peor cara tras cuatro victorias. Los Suns les destrozaron en la pintura con recórd para Kelly Oubre Jr. (39).
Lo primero que hay que decir es que no jugó Westbrook por descanso, seguramente el mejor jugador de los Rockets en el último mes. A partir de ahí poca justificación tiene perder un partido por 36 puntos. O quizá sí que la tenga. Puede que esto sea lo que nos espera con el equipo de Houston a partir de ahora. O meten los triples o se despeñan. Porque con esta nueva forma de jugar en la que no utiliza hombres de más de 2,01 (y ese es Covington que acaba de llegar) han disputado cinco encuentros, ganando los cuatro primeros y haciendo el ridículo en el último. De hecho, es su peor derrota en los últimos 18 años.
Es verdad que los Suns tuvieron un acierto fuera de lo común (48,4% en triples), pero es que tiraron 17 menos que su rival y metieron 4 más. Si los Rockets van a lanzar a un 22,9% desde el perímetro ya se pueden ir despidiendo de ganar partidos. Juegan a eso y si no les sale no juegan a nada. Los datos en posiciones interiores son sangrantes: 51-29 en rebotes para los locales y 50-36 en puntos en la pintura. Al final sí que acabó jugando un pívot, Isaiah Hartenstein (2,13) pero porque el partido estaba perdido. Harden, por ejemplo, no salió ni un minuto en el último cuarto. En los tres anteriores le dio tiempo a meter 32 puntos.
Enfrente los Suns ya salieron como un tiro y en el primer cuarto iban ganando 46-26. En esos primeros 12 minutos metieron 17 de los 20 tiros que intentaron, 8/10 en triples. Booker (33+9) fue el primero en comandar el ataque con 18 puntos en el primer parcial, pero al final la estrella fue Kelly Oubre Jr. El alero, que sonó en la horas previas al cierre de mercado como posible traspasado por la franquicia de Arizona, celebró su continuidad allí con su récord de anotación personal: 39 puntos con un 14/19 en tiros y un 7/9 en triples, a los que añadió 9 rebotes.
Los Rockets lo intentaron por última vez al inicio del tercer cuarto, cuando llegaron a ponerse sólo 6 abajo. A partir de entonces todo fue una bacanal en ataque de unos Suns que no hicieron prisioneros en uno de sus mejores partidos del año. Los texanos, quintos, sacan un partido de ventaja a los Thunder y dos a los Mavericks, así que ya pueden ir ajustando el juego al nuevo sistema para evitar cuantas más derrotas mejor sino quieren verse llegando a los playoffs en una séptima plaza del Oeste que, sin duda ninguna, sonaría a fracaso en liga regular.