El entrenador de los Cavs en la cuerda floja por llamar "pandilleros" a sus jugadores
Después intentó justificarse diciendo que pretendía llamarles "babosas" refiriéndose a la falta de esfuerzo, pero la implicación racista de la palabra le deja en el disparadero.
John Beilein llegó a los Cavaliers en verano para estrenarse como entrenador en la NBA con 66 años. Tras 27 entrenado en universidades y antes otros 14 en institutos, su paso por la mejor liga del mundo está siendo de todo menos tranquilo. Ayer llegaba su última polémica. En una sesión de vídeo con el equipo en el hotel de Detroit donde se encuentran alojados, Beilein llamó a sus jugadores "thugs". La traducción literal sería la de "matones", aunque su significado en Estados Unidos es más el de "pandilleros", referido a los jóvenes negros de barrios marginales que están metidos en bandas y a los que se les suele relacionar con drogas, asesinatos y cosas por el estilo.
En una charla con la ESPN, Adrian Wojanarowski ha explicado que el técnico de los Cavs en realidad quiso decir "slugs", "babosas", según él haciendo referencia a la poca movilidad que mostraba el equipo en partidos anteriores. "No estábamos jugando duro antes, pero ahora habíamos ganado en intensidad. Lo dije como un piropo hacia ellos, esa fue la intención. Ya he hablado con ocho de mis jugadores y me han dicho que lo entienden", contaba el técnico.
Lo raro viene cuando le preguntan porqué se confundió de palabra: "No me di cuenta de que había dicho pandilleros, pero mis ayudantes me dijeron después que lo había hecho, así que debió ser así". Por lo que se ha filtrado a los medios, los jugadores se fueron bastante confundidos al terminar la sesión de vídeo y comenzaron a preocuparse por la gravedad de la palabra utilizada por su entrenador una vez empezaron a confirmar entre ellos lo que acababan de escuchar.
Koby Altman, general manager de los Cavs, se puso en comunicación de inmediato con Beilein en cuanto tuvo noticia de lo ocurrido para saber la versión de su técnico. Desde Estados Unidos ya se comenta que su puesto puede estar en peligro, teniendo en cuenta que ha pisado un terreno muy pantanoso como es el del racismo y que no es el primer problema que tiene con la plantilla. A principio de año ya salieron noticias del descontento de los jugadores, especialmente de los más veteranos, con sus métodos de entrenamiento. Y la crisis de los últimos días con Kevin Love no ha hecho más que sacar a la luz la dificultad que está teniendo para gestionar el papel de su estrella en un equipo perdedor.