Debacle en los Pistons: peligra la temporada para Blake Griffin
El ala-pívot, aquejado de problemas físicos desde su regreso, se plantea someterse a una cirugía en su rodilla izquierda que le haría perderse lo que queda de curso.
Los problemas en Detroit no cesan. El equipo que dirige Dwayne Casey no levanta cabeza en una temporada de quiero y no puedo en la que no dan con la tecla: suman nueve derrotas en los últimos once partidos y marchan en la undécima posición de la Conferencia Este con un récord de 13-24, a tres victorias y media del octavo puesto que da acceso a los playoffs. Los problemas estructurales se trasladan a la pista, donde la plantilla carece de sintonía y no tiene capacidad de reacción a pesar de contar con jugadores a priori talentosos pero que, o bien están lejos de su mejor nivel, o bien no consiguen trasladar las estadísticas al juego del equipo.
La última mala noticia que ha llegado a la ciudad ha sido que Blake Griffin podría ser operado de la rodilla izquierda y perderse lo que queda de temporada. La información, adelantada por Yahoo Sports, todavía no ha sido confirmada, pero sería la hecatombe para la franquicia a pesar de que el ala-pívot lleva toda el curso muy lejos de su mejor nivel. Lesionado a mitad de la campaña pasada, en la que la estrella promedió 24,5 puntos, 7,5 rebotes y 5,4 asistencias, la 2018-19 está siendo un auténtico calvario para el número 1 del draft 2009. Después de hacer un gran esfuerzo y disputar los dos últimos partidos de la primera ronda de los playoffs ante los Bucks, no ha podido debutar hasta el 11 de noviembre del presente curso, en la derrota de su equipo ante los Timberwolves.
Los números dejan muy claro que Griffin, All Star y Tercer Mejor Quinteto de la NBA la temporada pasada, está muy lejos de su mejor nivel. Sobre todo físicamente, donde se arrastra por la pista jugando prácticamente cojo. Está promediando apenas 15,5 puntos y 4,7 rebotes, cifras más bajas de toda su carrera y a las que llega con mucho esfuerzo en cada partido. Números insuficientes que contrastan con los de la temporada pasada. Y con un 35% en tiros de campo (también la cifra más baja de su carrera) y un 24% en triples (36% hace un año). Cifras que ponen de manifiesto que el baloncestista está con problemas obvios que le impiden desarrollar el juego explosivo que siempre le ha caracterizado.
Las cosas van de mal en peor para Detroit y Griffin. Cuando finalice esta temporada, el ala-pívot todavía tendrá pendientes 75 millones de dólares hasta 2022. Mucho dinero para una estrella que ha empezado a perder luz y que será una losa a la hora de buscar un traspaso por él por las dificultades que conlleva que cualquier equipo asuma el riesgo de tenerlo entre sus filas. La que fuera referencia de los Clippers está en estos momentos en Los Ángeles, donde será sometido a distintas pruebas antes de decidir si se somete a la cirugía. Y, de una forma u otra, parece que ninguna de las decisiones que tome será una respuesta a corto plazo para los problemas de los Pistons... y de él mismo.