NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA
Real Madrid RMA
85
Valencia Basket VAL
78
1234PT
RMA 26 - - - 85
VAL 19 - - - 78
FINALIZADO

LIGA ENDESA | 16ª JORNADA | REAL MADRID-VALENCIA BASKET

Rudy es el rey del triple

El Madrid gana en la prórroga a un Valencia que llegó a ir 13 arriba y tuvo balón para ganar. El alero, colosal: 22 puntos (su mejor anotación del curso), 7 de 10 desde el triple.

Rudy Fernández celebra una canasta del Rea Madrid ante el Valencia.
Rudy Fernández celebra una canasta del Rea Madrid ante el Valencia.ACB Photo

Rudy Fernández no es el jugador espectacular que era cuando debutó con 17 años en la Liga Endesa con el Joventut. Él mismo reconoce que se ha reinventado, que ahora es un jugador mucho más maduro e inteligente. Un gigante defensivo de 34 años capaz de reventar un partido cualquiera desde el perímetro cuando la magia le inunda. Y este domingo, en el día de Reyes, el balear sintió como esta le atrapaba en un duelo de gigantes contra el Valencia, que estuvo cerca (muy cerca) de asaltar el fortín inexpugnable del WiZink Center: con este triunfo, el Real presenta un balance 17-0 en el antiguo Palacio de Deportes. Todos intentan derribar la muralla, pero esta es de adamantium reforzado.

El balear trajo a España la inspiración triplista que encontró en Francia. Si ante el Asvel embocó 5 de 6, frente a los taronjas descerrajó 7 de 10. Solo lanzó desde el perímetro. No necesitó más para acabar con 22 puntos (su mejor anotación del curso) en 25 minutos y 21 de valoración. Hizo 13 de sus tantos a caballo entre el último acto y la prórroga, cuando todo quemaba. Cuando todos enloquecían en búsqueda de una solución para neutralizar la rebelión valenciana... y la llave la tenía él. Siempre la tuvo él. Con Rudy en pista, el Madrid tuvo un +14, la máxima del encuentro entre los dos conjuntos. Un auténtico regalo de reyes en un duelo que mostró una brava versión del Valencia.

Ponsarnau y sus chicos conocían al dedillo la primera lección de Supervivencia en el WiZink: aguantar el chaparrón. Fuera este torrencial o huracanado. Sufrir sin morir las primeras embestidas era vital para encontrar un resquicio por el que meter mano al Madrid. Y resistieron. Soportaron a un Real pletórico con Campazzo rápido en la penetración, Tavares fijando y la dupla Thompkins-Taylor dando esplendor desde las esquinas. De arranque 6-0. Tras cinco minutos, 7 arriba (18-11). San Emeterio fue el pilar taronja. En su partido 600 en la Liga Endesa, el cántabro evitó el derrape prematuro de los suyos, que eran casi doblados en valoración en los primeros diez minutos (35-19) y no aprobaban desde la línea de tres puntos (3 de 9, 2 de ellos del propio Saneme).

La ventaja del Valencia

Una vez que el cielo se despejó, los taronjas se sintieron libres para sacar los pies del tiesto y a los cinco minutos del segundo cuarto ya habían empatado a 31 este precioso duelo de pistoleros. A la vuelta del descanso, lograban su primera ventaja (40-42), a los seis alcanzaron la barrera de la decena de diferencia (44-54) y a 27 segundos para iniciar el último periodo se ponían 13 arriba (54-67). Una evolución constante, que minaba la paciencia de Pablo Laso. “Estáis andando. hasta mi vieja podría ir más despacio”, acusaba el vitoriano a sus jugadores, que veían como el rebote se les escapaba: 14-20 tras 20 minutos, 19-31 antes del último acto.

Laso no encontraba solución. Solo la explosión temporal de Causeur (10 puntos en cuatro minutos). Carroll no se calentaba y la ya clásica tripleta de pívots (en este caso con Mejri-Garuba-Thompkins) no resolvía nada. Mickey y Tavares acumulaban faltas en sus primeras intervenciones (dos en poco más de siete minutos cada uno). Todo era un galimatías que los visitantes explotaban. Dubljevic entró como un relámpago en el tercer cuarto y Abalde dejaba destellos cada vez que intervenía. Colom fue un metrónomo en los solo 12 minutos que disputó. Migitas de pan que solo podía seguir el Madrid sin encontrar un final… hasta el puñetazo de Rudy y la disciplina defensiva, que dio como resultado un parcial 20-9. El Valencia solo anotó dos canastas en juego en el cuarto periodo con Tavares (solo dos puntos, pero 7 rebotes y 4 tapones) devorando a un desesperante Dubi. El montenegrino chocaba una y otra vez contra el muro caboverdiano con la misma música. No cambiaba el ritmo y así era imposible. A pesar de ello, los taronjas tuvieron balón para ganar, pero Abalde lanzó demasiado alta una bandeja por la intimidación de (quién sino) Tavares. En la prórroga, el Madrid ya estaba envalentonado (9-2) y coloca la 13º victoria en su casillero. El liderato de la Liga Endesa sigue en su poder.