Rudy Fernández: "Me siento muy madridista, como mi hijo"
El capitán de la Selección española de baloncesto atendió a AS en Los Ángeles, a escasas horas del gran duelo frente a Estados Unidos.
El capitán de la Selección española de baloncesto este verano es Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 4-4-1985). Relevo de grandes como Jiménez, Navarro o Felipe, pocos saben que tiene detalles que ganan al vestuario. Inmateriales o tangibles, como el día que regaló un reloj a todos los componentes de la plantilla del Madrid. Atendió a AS en Los Ángeles.
Acaban de hacer una acción con LaLiga. No sabía que era zurdo de pie. Otro mallorquín cruzado como Rafa Nadal...
Pues sí. En mis años de fútbol era delantero y jugaba con la izquierda.
¿Sigue siendo futbolero?
Sí, sí. Siempre que puedo voy al Bernabéu a ver los partidos. También sigo al Mallorca, cuando está en Segunda B, en Segunda A, y también ahora que afortunadamente lo veremos en Primera.
También era un poco perico, ¿no?
Mi padre era más perico, siempre lo ha sido y siempre he tenido muchísimo cariño al Espanyol. Pero sobre todo me gusta ver buen fútbol. En la época del Barça, cuando jugaba un buen amigo que era Samuel Etoo también me gustaba porque Samuel me gustaba mucho como jugador. Pero ahora mismo me siento muy madridista, me gusta mucho ver los partidos del Madrid y mi hijo es muy madridista también.
¿Y futbolero?
Pues le gusta más el fútbol. Le está tirando más, aunque sí es cierto que a estas edades siempre se suele empezar a chutar la pelota o a chutar cualquier cosa. Es cierto que cuando me ve jugar al baloncesto intenta botarla. Pero vamos, que haga lo que quiera y que sea feliz. Eso es lo más importante.
Es su primer gran evento como capitán de la Selección. ¿Quién fue su primer capitán?
Rafa Jofresa en la Penya. Digamos que cuando empecé, en la época de Manel Comas, Rafa era el capitán y luego han ido cambiando. En la Selección comencé con Carlos Jiménez y después Juan Carlos Navarro. Bueno, a Felipe Reyes lo he tenido en el Real Madird. Buenos capitanes para aprender de ellos seguro.
¿Me los define con un adjetivo?
Humildes. En el sentido de que siempre estaban para el equipo en cada momento y demostraban mucha seriedad a la hora de afrontar asuntos importantes no sólo en la pista sino fuera de ellas. Han sido referentes. No sólo en la cancha, sino también fuera de ella y eso es importante para un capitán.
¿Es una ocupación eso? Porque usted nunca lo ha sido antes y al menos ahora le llevará un tiempo estar representando a un grupo de, todavía, 14 jugadores.
Está claro que es un rol diferente. No estaba acostumbrado. Fui capitán en mi último año en el Joventut pero es diferente. Son dos meses y en esos dos meses intentas inculcar a los jóvenes la dinámica que hay en esta Familia y que teníamos hace años para mantenerla. Seguir en las tradiciones como el juego de pocha..., y eso es lo más importante. Hay gente como Marc, Sergi, Ricky, Víctor que son veteranos en el equipo y también me ayudan.
¿Le hace feliz que haya tres canteranos de la Penya en el equipo?
Me hace feliz, por supuesto. El Joventut siempre ha confiado en la cantera y se ha demostrado los jugadores que han salido de allí. Volver a jugar con Pau y con Ricky después de haberlo hecho el último año juntos en la Penya en el que ganamos la ULEB y la Copa, pues me hace feliz.
La edad pesa, el Madrid aprieta, la familia influye... ¿Cuántos esfuerzos ha hecho por estar en la Selección este verano?
Está claro que al final nosotros dependemos muchísimo de nuestro club y también de nuestro físico. Hace dos años tomé una de las decisiones más difíciles de mi carrera: apartar ese verano para darme ese descanso físico y mental después de una temporada difícil y eso también ayuda a la hora de estar con el equipo. Son temporadas largas con el club pero venir aquí como capitán, como jugador que ha jugado 13 veranos casi consecutivos, pues claro que tenía ganas de volver estar con el equipo, con la Familia, y vivir estos meses que, al fin y al cabo lo disfrutamos.
¿Cómo ha sido su proceso de reconstrucción como jugador después de aquella terrible caída de 2009 tras la falta de Ariza y cómo se ve ahora?
Está claro que la edad se paga en cualquier jugador y las lesiones. Hay que sobrellevar lo mejor posible el tema de las lesiones. Hay mucha gente que me ha ayudado a reinventarme, intentar no ser el jugador tan espectacular que era antes y ahora soy uno mucho más maduro para saber qué soy capaz de hacer y qué no. Eso me ha ayudado a hacer buenas temporadas.
La acción de Ariza sobre Rudy
De su histórico partido en Pekín quedó aquel mate tremendo escalando sobre Howard. Pero usted se fue de ese partido maldiciendo todo por un tres más uno de Kobe que significó su eliminación. ¿Qué pesó más de las dos cosas?
Fue una falta bastante... Han pasado ocho años y no sabría decir si fue falta o no. No sabría decirlo. En ese momento, era impotencia lo que sentía porque estaba jugando un buen partido y creo que aún quedaban cinco o seis minutos. No poder jugar esos últimos minutos estando de la forma que estaba, pues sentí impotencia. Pero es cierto que ese justo era el año que iba a Estados Unidos y se puede imaginar la repercusión que tuvo aquel partido y el mate de Howard.
Usted siempre ha sido bastante honesto en sus declaraciones. En Portland hizo una carta brutal en la que pedía volver a casa con su familia y su gente. ¿Puede ser tan honesto para ver dónde ve su final en el baloncesto, aguantando tanto como Pau tal vez?
Creo que esa carta... A ver, han pasado muchos años y muchas cosas y tal vez en ese sentido me arrepentiría de algunas cosas que dije pero hecho está. Estoy muy contento de la carrera que hice en Estados Unidos. Incluso se me valora muchísimo, sigo hablando con mucha gente de allí. Seguir jugando tantos años como Pau o Felipe lo dirán mi cuerpo y mi cabeza. Cada vez es más difícil dejar a un lado a mi familia. Tengo dos hijos, van creciendo, se van dando cuenta de cuando me voy. Y pesa porque yo soy muy familiar y me gusta estar con ellos. Me estoy sintiendo bien. Pero lo que no voy a hacer, si estoy mal físicamente, es luchar por estar. Voy a ser muy honesto con mi equipo. Si el cuerpo aguanta quiero disfrutar esto. A la mínima que vea que no puedo ser el jugador que estoy siendo estos últimos años, lo dejaré.
Usted pertenece no sólo a una generación con talento. También muy ganadora. Imagino que perder contra Estados Unidos en Atenas, Pekín, Londres y Río duele por más que llevasen unos equipos tremendos. ¿Tiene esa espinita?
Bueno. No sé si hablar de espinita. Estamos hablando de unos últimos Juegos en los que Estados Unidos ha ido con lo mejor. Después de Atenas se dieron cuenta de que tenían de que dar un cambio y fueron con sus mejores jugadores o con los tops. Este año han declinado estar con ese equipo pero sigue siendo un equipo joven, competitivo y con ganas.
No sé si había reparado en que a usted lo eligieron los Phoenix Suns y allí va a ir Ricky, jugó en Portland, donde ha aterrizado Gasol, y también fue Denver. Allí está Juancho. ¿Casualidad?
Y encima fui traspasado en Dallas, que Luka está ahí... Creo que hay franquicias que confían muchísimo en el jugador europeo y Portland y Denver son dos de ellas, como San Antonio. Confían en los europeos, en cómo se trabaja en Europa. Pau va a estar increíble en Portland porque la franquicia es espectacular. A nivel personal siempre voy a tener palabras muy bonitas hacia ellos y ojalá les vaya bien. De Ricky, después de tanto frío, que vaya donde haga un poco de calor también.
Habla Marc de una Selección completamente diferente. ¿Qué le ha pedido Scariolo?
Todavía es muy pronto. Dentro de lo que cabe es pronto para definir roles porque somos 14. Sé un poco el trabajo que tengo que hacer. Llevo muchos años con Sergio y él sabe el jugador que soy. Y con el rol de capitán, además, tengo que ayudar a mis compañeros y no preocuparme de los puntos sino de la mejora del equipo.