Ricky Rubio (21+8) mete un triple clave y saca del lío a los Suns

La tristeza se apodera de los Kings. Los Timberwolves llevaban once derrotas seguidas hasta que fueron a Sacramento, y ganaron. Dos días después, los Suns llegaban a Sacramento con su racha de ocho partidos perdidos... y ganaron también. Dos derrotas en su pista, ante equipos en crisis profundas (Wolves) o serias (Suns) y otra vez sin Marvin Bagley (una lesión en un pie ahora) y De'Aaron Fox (espasmos en la espalda). El equipo de Luke Walton acumula seis derrotas y cierra 2019 con un mal trago en back to back (serán tres partidos en cuatro días, además): visitan a los Nuggets y reciben a los Clippers. O hacen una machada en uno de los dos, o pueden acabar el año en 12-22, a diez partidos del 50% de victorias... Un desastre mientras se airean los problemas entre jugadores y cuerpo técnico y Luke Walton no consigue instalar nada, ni un estilo ni una rotación definida.

Los Kings están 12-20, exactamente igual que los Suns. Los primeros, 6-8 en casa. Los de Arizona, 6-8 fuera después de un triunfo que necesitaban como el comer y que se resolvió porque Harrison Barnes, que está en los peores números en esa faceta de su carrera, falló un triple liberado sobre la bocina (110-112 final) para un 0/4 desde la línea de tres. Dos días antes, fue Hield (esta vez 23 puntos y 4/6 en triples tras cuestionar públicamente el reparto de minutos de Walton) el que falló el posible tiro ganador en el último segundo de la prórroga. Y los Kings acumulan desgracias pese al trabajo constante de Richaun Holmes en las zonas, los 44 puntos sumados esta vez entre Hield y Barnes y los 11 en l último cuarto de Bogdan Bogdanovic (22 totales).

A los Suns se les notó que están con la confianza muy tocada, y casi dejan escapar un partido en el que mandaron casi siempre (49-59 al descanso con su rival enredado con los árbitros). Devin Booker falló un tiro libre antes del error final de Barnes, aunque sumó 11 de sus 32 puntos (y 10 asistencias) en el último cuarto. Al final, cuando la bola quemaba, Ricky Rubio anotó un triple fundamental (para el 104-109 a menos de 90 segundos del final) y asistió después para el mate de Baynes, aprovechando las dudas de unos Kings que no sabían a quién hacer falta. El base español terminó con 21 puntos, 8 asistencias, 2 robos y buenos porcentajes (7/15, 3/5 en triples, 4/4 en tiros libres) en otra muy buena actuación. Oubre completó el esfuerzo de su equipo (20 puntos, 16 rebotes, 5 asistencia) que tuvo la suerte de, en un muy mal momento, toparse con otro que está peor. Mucho peor.