Los Jazz se salvan de milagro y los Kings se hunden en el Oeste
Esperpéntico triunfo de los Wolves, tras dos prórrogas, en Sacramento. Los Blazers casi remontan en Utah y los Grizzlies se imponen a los Thunder en Oklahoma.
Alguien tenía que ganar en Sacramento. Los Kings sumaban cuatro derrotas seguidas y los Wolves, en proceso de disolución, once. Pero claro, no podían perder los dos aunque hicieron méritos para que así fuera: 104-105 después de dos prórrogas y un carrusel infame de fallos de casi todo el mundo. Pero victoria valiosísima, en todo caso, para unos Wolves (11-19) que no habían ganado en diciembre (el último triunfo, el 27 de noviembre, hace casi un mes) y que llevan cinco partidos sin Karl-Anthony Towns. La crisis no les abandona, desde luego, pero queda instalada también en Sacramento: cinco derrotas seguidas justo cuando parecía que enderezaban el rumbo, tres de ellas ante Hornets, Grizzlies y Wolves. Y 12-19 con un 6-7 en casa para un equipo decepcionante y al que se le acumulan los problemas. Esta vez volvieron a caer los dos que deberían ser referentes jóvenes y que han sufrido ya lesiones en este muy mal primer tramo de temporada: De'Aaron Fox se fue nada más empezar con espasmos en la espalda y Marvin Bagley en el primer cuarto con una lesión en un pie.
Los Wolves ganaron con un 34,6% en tiros (36/104), el mismo espanto que los Kings (37/107). En triples, 10/46 por 9/39. Nadie metía nada, y los mejores acabaron siendo los obreros de las zonas, Dieng (21 puntos, 15 rebotes) y Richaun Holmes, que jugó más de 45 minutos y acabó en 20+18 para un equipo en el que Hield sigue en un bache tremendo (17 puntos, 6/20 en tiros), Bogdanovic se fue a 19 puntos con un 8/18 y un 3/16 en triples y Harrison Barnes acabó con 11 puntos y una serie de 2/12. Un espanto colosal.
El caso es que la resolución fue épica, en pleno intercambio de errores groseros. El partido acabó 90-90, después de que los Kings solo sumaran 11 puntos en el último cuarto y nadie anotara en los dos minutos finales, cerrados con un doble fallo de los Wolves. Wiggins erró con claridad estruendosa un tiro cómodo y el partido se fue a una prórroga en la que el alero falló otro triple que podría ser decisivo antes de que Bogdanovic fallara uno solo a falta de 1,7 segundos y los Wolves no fueran capaces ni de sacar desde un lateral en la última posesión. En la segunda prórroga, la ventaja visitante (97-103) parecía decisiva pero Hield tuvo el triple de la victoria, que falló sobre la bocina después de anotar cinco puntos y amagar con ser el héroe de la noche tras una actuación hasta entonces cochambrosa. Los Wolves no sentenciaron antes durante dos minutos en los que no se movió el marcador, cuatro jugadores distintos de los Kings fallaron desde la línea de tres y hasta Bogdanovic, cosa muy rara, fue incapaz de anotar desde la línea de personal (0/2). Así fue el partido, un espanto al menos emocionante que da un respiro a los Wolves y deja con problemas muy serios, y más lesiones, a los Kings.
Los Jazz se dan un buen susto ante los Blazers
En una temporada frustrante, pocas derrotas más frustrantes que esta (14-18 ahora) para los Blazers, que siguen sin embargo octavos del Oeste por la debilidad de la Conferencia más allá del sexto puesto que ocupan, precisamente, los Jazz que les ganaron (121-115) y que están 19-12, recuperando una versión parecida a la mejor de la pasada temporada sin Mike Conley y con Joe Ingles ejerciendo de base. Será interesante ver cómo mueve fichas Snyder cuando regrese Conley pero mientras, un Ingles feliz comenzó el partido con cuatro triples sin fallo y 14 puntos en los primeros siete minutos para unos Jazz que parecían en ruta hacia una paliza (86-63 a falta de 13 minutos) pero que se vieron con el agua al cuello (103-102 a falta de 4:40).
CJ McCollum sumó 19 de sus 25 puntos en la segunda parte, 15 en un último cuarto en el que los Blazers enlazaron un parcial de 7-26 y se quedaron a las puertas de la remontada, que se escapó cuando se hacía el silencio en Salt Lake City y la inercia parecía llevar en bolandas a los de Stotts, que se encontraron entonces con los puntos cruciales de Donovan Mitchell (35 y 7 asistencias) y Bogdanovic (16 puntos), que salvaron a los Jazz de una pifia tremenda junto con las acciones defensivas en las últimas jugadas de Rudy Gobert, que además terminó con 16 puntos y 15 rebotes. Damian Lillard (34 puntos, 8 asistencias) y Carmelo Anthony (12 puntos en 13 tiros) fallaron en acciones puntuales que pudieron invertir el resultado final de un muy buen partido entre dos habituales de los playoffs del Oeste. Uno, los Jazz, volverá salvo cataclismo. Y el otro, los Blazers (vigente finalista de Conferencia), debería hacerlo pero sigue complicándose la vida...
Los Grizzlies siguen pasándoselo en grande
El 18 de diciembre, los Grizzlies dejaron escapar 24 puntos de ventaja en la segunda parte en pista de los Thunder, que sorprendentemente llegaban a este partido con la mejor racha de triunfos del Oeste (cuatro). Ese honor es ahora, todavía más sorprendente para los Warriors, con tres. Una muestra del nivel de histeria que se maneja en una Conferencia por ahora muy inestable y en la que los Grizzlies son una de las noticias felices, ya con 12 victorias (12-20 por el 15-15 de los Thunder) después de vengarse (97-110) y, de paso, ganar por primera vez en OKC desde 2012 y tras nueve derrotas seguidas. Ya tocaba.
Chris Paul sumó 23 puntos y 11 asistencias, Gilgeous-Alexander acabó con 21 y Schröder con 20 pero muchos tiros fallados y los Thunder, que siguen sin Gallinari y tienen muy pocos puntos por dentro, fueron a remolque siempre de unos Grizzlies que están encontrando curiosas pero eficaces combinaciones en pista, con buenos minutos desde el banquillo de Kyle Anderson, Tyus Jones (esta vez 15 puntos y 6/7 en tiros) y el rookie Brandon Clarke, un jugador con una pinta excelente (13 puntos, 4 rebotes, +10 en pista). Jaren Jackson sumó 20 puntos, Valanciunas 21 y Ja Morant se quedó esta vez en 10 para unos Grizzlies que seguramente no van a llegar a la carrera por los playoffs, en la que hay muchos torpes, pero son uno de los equipos que más optimismo transmite en la parte templada/fría del Oeste. Una reconstrucción con buenos cimientos.