Giannis y sus Bucks dejan claro a los Lakers quién manda en la NBA
El griego (34+11+7) dirige a los suyos en el duelo entre los dos mejores récords de la Liga. Buen partido de LeBron y Davis, pero el banquillo angelino hizo aguas.
Era el partido más esperado de lo que va de temporada si nos centrábamos sólo en el plano deportivo. Desde 1980 no se enfrentaban dos equipos con récords tan buenos antes del nuevo año. Milwaukee Bucks recibía a Los Angeles Lakers y los dos colosos prometían emociones fuertes. Al final, la lectura que dejó el partido es que los primeros han perfeccionado la receta que el año pasado ya les llevó a ganar el Este y llegar a la final de conferencia y que los segundos tienen unas virtudes muy evidentes al mismo tiempo que unos defectos incompatibles con el asalto al anillo.
De todos esos males el que más sobresalió en Milwaukee fue el banquillo. La segunda unidad anotó 4 puntos en total (2 de Rondo y 2 de Howard). Con ellos en pista en el segundo cuarto fue donde se perdió un partido que en el tercero intentaron traer de vuelta los titulares mostrando algo que no le falta a este equipo: corazón. Pero los más de 20 puntos de ventaja de los locales fueron imposibles de recuperar. Se quedaron a 8 al inicio del último periodo y ahí un último arreón de los Bucks lo dejó visto para sentencia. Por el camino habíamos visto varias cosas que explican la segunda derrota seguida de los Lakers, algo nuevo esta temporada.
Por un lado estuvo Antetokounmpo, un problema al que se enfrentan todos los que se las tienen que ver con los Bucks. El griego acabó el encuentro con 34 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias y un 5/8 en triples que ya no debería sorprender a nadie. En lo que va de diciembre lleva un 20/45 desde el perímetro (44%). Las libertades que aún se toman muchos a la hora de defenderle por fuera deberían empezar a ser reevaluadas. En la primera mitad había anotado o asistido en 32 de los 46 puntos de su equipo. Todo gira en torno a él en los Bucks y el griego ya suma 63 partidos con doble-doble de 30+10, el tercero con más entre jugadores de 25 o menos años en las últimas tres décadas, superando precisamente a LeBron. Sólo Shaquille O'Neal (109) y Anthony Davis (99) lograron más antes de los 26.
Las dos estrellas de los Lakers explican también el resto de lo ocurrido. En cuanto a LeBron (21+12+11), firmó un 42,1% en tiros de campo, pero un 38,5% (5/13) cuando era Wesley Matthews quien le defendía. El escolta tiene ahora mismo la mejor marca (33,5%) de toda la Liga entre los defensores primarios que han han defendido al menos 100 intentos de tiro. Y en el caso de Davis (36+10+5 y 10 tapones) un dato curioso que, aunque no tiene que ver sólo con él, sí que explica el colapso ofensivo que por momentos mostró su equipo. Las jugadas al poste son uno de los principales recursos para activar el ataque angelino. De hecho llegaban a este partido como el segundo que más utilizaba el recurso de postear. Pues bien, ante los Bucks sólo lo hicieron 7 veces, una más que su peor marca... justo hace dos días en Indiana. Pero con una diferencia sustancial: allí no estuvo Anthony Davis.
Así que se puede decir que los Bucks son ahora mismo los reyes de la NBA. De los 17 equipos que se han enfrentado ya a los dos conjuntos de Los Ángeles, los Bucks es el único que ha ido ganando a ambos por más de 20 puntos. Y por lo que se ha visto hoy en Milwaukee, se podría decir que tienen las armas perfectas para cortocircuitar a los Lakers. Aún queda mucho para llegar a las Finales, pero los angelinos deberían meditar sobre ello. Nunca se sabe...