Indiana corta la racha de los Lakers con Sabonis como líder
Los Lakers no consiguieron continuar con las 14 victorias seguidas fuera de casa con las que llegaban a este partido. Los Pacers lo impidieron.
Los Lakers llegaban a Indianápolis con 14 victorias consecutivas fuera de casa. El líder de la NBA visitaba una de las canchas más complicadas de la Liga, pero no lo hacía con todo a favor: llevaba seis años sin ganar allí. Rachas cruzadas boyantes como apetitoso aperitivo de un partido que se presumía vibrante.
LeBron James, que también sufrió lo suyo en ese escenario cuando jugaba en los Heat y los Cavaliers, empezó como una moto. Activó el modo abusón durante los primeros minutos y los Pacers, con un par de defensores que iban rotando, veían que no le podían parar. Buen comienzo, igualmente, de Caldwell-Pope. Las jugadas ofensivas de los angelinos eran rápidas e intentaban hacer daño por el centro, en el que ellos -por otra parte- sufrían la baja de Anthony Davis. Le costó un poco carburar a Malcolm Brogdon y los Pacers, pero los bloqueos empezaron a funcionar y ahí los de Nate McMillan son un primor. El cambio de cara lo consiguieron, pese a lo comentado, con el cambio de base; T.J. McConnell es un microondas de los que funciona durante años y consiguió una temperatura alta en muy pocos ataques. De estar ocho arriba en los primeros minutos a tener que aguantar el peso de la remontada local gracias a un Rajon Rondo que combinaba buenos pases con algún tiro suelto que se iba a la cazuela.
Myles Turner intentaba poner un muro por alto, pero McGee y Howard se lo estaban poniendo muy difícil. Aciertos cuando tenían la oportunidad, sobre todo un Dwight Howard que acababa violentamente y sin que nadie le pudiera parar, como en los viejos tiempos: 10/10 al final del encuentro. El problema para los Lakers era la defensa, que sudaba la gota gorda cuando los ataques del contrario se alargaban y tenían que leer una segunda opción.
En la segunda parte entraron en juego T.J. Warren y Jeremy Lamb, aunque sólo fuera durante un corto periodo de tiempo, y eso dio más motivos para creer a los de Indiana. 8-0 de parcial y a nueve se colocaban a mitad del tercer cuarto. Caruso y Bradley, con dos jugadas cada uno, igualaban todo a falta de un último periodo a prueba de infartos.
Los Lakers habían cogido ritmo y a los Pacers se les ponía, tras un triple de Caruso (91-95, minuto 42), la misma cara que a los otros catorce rivales con los que los Lakers ya se las había visto antes. Parecía la misma situación. Pero no. Un algo desaparecido hasta ese momento Malcolm Brogdon decidió: triple en carrera, bombita tras bloqueo y una bandeja a mano cambiada ante un Howard al que en defensa sí se les vieron las costuras. Los de púrpura y oro fallaron dos triples para revertir la situación, uno LeBron y otro Rondo, y se quedaron sin racha: 105-102 y júbilo en el Bankers Life Fieldhouse.
Domantas Sabonis aprovechó la ausencia de Anthony Davis para brillar: 26 puntos y 10 rebotes, sumando ya 16 partidos seguidos en doble-doble. Su aportación en ataque volvió a ser decisiva y sus Pacers logran la cuarta victoria consecutiva.