Butler conquista Philadelphia y sus Heat son segundos del Este
Una zona 2-3 de Spoelstra saca del partido a los Sixers, que no habían perdido en casa (14-1 ahora). Horford tuvo un triple para cambiar el resultado final.
Apuntaba a partidazo y lo fue, al menos porque dejó la certeza de que se cruzaban dos de los mejores equipos del Este y porque, además, se acabó resolviendo casi sobre la bocina y gracias a un triple fallado por Horford a falta de 5 segundos y con 104-106. A los Sixers les habían dado vida los fallos desde la personal de Kendrick Nunn pero no pudieron completar lo que hubiera sido una remontada de postal: 80-96 a ocho minutos del final y sumaron (104-108) una derrota que escuece: es la primera en casa (14-1 ahora) y es la primera contra Jimmy Butler, que fue igual de abucheado que en su primera visita pero que esta vez se fue con una sonrisa de oreja a oreja después de haberse llevado una paliza en su regreso (113-86) a la que fue su casa la temporada pasada, una en la que estuvo más cerca de lo que en principio pareció (viendo como fue todo en playoffs) de ser campeón. Y una de la que se fue dejando una oportunidad obvia de aspirar al anillo para comprometerse (142 millones por cuatro años) con unos Heat es los que tenía todo lo que le apetecía: un mercado caliente, condición de jugador franquicia y un entrenador como Erik Spoelstra con el que siempre están a punto de pasar cosas buenas.
Los Heat, que parecen a un movimiento en el mercado de ser realmente temibles en el Este (ojo a Jrue Holiday), están ya por delante de los Sixers (20-8 por 20-9) en esa carrera tremenda que se está formando por detrás de los Bucks, en el Este. En Philadelphia enseñaron por qué: la excelente dirección de Spoelstra cambió el partido con una zona 2-3 que bloqueó a partir del segundo cuarto (19-37 ese parcial) a unos Sixers que habían empezado a toda máquina (29-19 el primero) y que ya no volvieron a estar cómodos (con muchos tiros forzados y Embiid fuera de sus zonas óptimas de depredación) hasta su empujón épico de los últimos minutos. Más: Butler (14+7+5) volvió a ser poco más que el maestro de ceremonias de una turbina que mueven los jóvenes: 24 puntos de Nunn, que sostuvo al equipo en el inicio, cuando los Sixers pudieron abrir una brecha gigantesca, 15 de Robinson y otro partido para enmarcar de un Bam Adebayo que está a un par de meses de estrenarse como all star: 23+9+5. Incluso sin Dragic ni Winslow, el combustible junto a Herro de la segunda unidad, los Heat fueron mejores durante más de medio partido en una pista durísima y ante un rival que recuperaba a Embiid y Horford y que venía de una derrota en Brooklyn que había frenado una racha de cinco triunfos.
Los Sixers enseñaron los que sabemos que pueden ser sus grandes problemas: poca producción del banquillo, rachas nefastas en el tiro (esta vez sin muchas pérdidas al menos) y tramos de colapso que, esta vez, no solventaron desde la defensa ante un rival inteligente e intenso, que está desde luego entre los cuatro mejores del Este y que puede sembrar el terror si da un golpe de efecto en el mercado. Philadelphia cayó y ya no quedan pistas invictas en la NBA 2019-20: cuidado con los Heat.