Los Nets infligen a los Sixers la peor derrota de la temporada

Los Brooklyn Nets están teniendo una temporada rara. Las expectativas estaban muy altas después del gran curso que completaron la pasada campaña y de ser uno de los grandes triunfadores de la agencia libre en verano. Y aunque ya sabíamos que no iban a contar con Kevin Durant, la incorporación de Kyrie Irving más lo que ya había en la plantilla hacía soñar con que el equipo diese un paso adelante. No ha sido así. Si miramos la clasificación están séptimos (un puesto más abajo de lo que acabaron el pasado abril) y un poco en tierra de nadie. Y si miramos el calendario, quitando dos buenas victorias en casa ante Rockets y Celtics, el resto de triunfos los han conseguido ante equipos inferiores, mientras que los enfrentamientos con rivales de su mismo nivel o superiores los cuentan por derrotas.

Así que una triunfo tan contundente como la que vivieron anoche ante los Sixers se puede considerar como uno de los mejores partidos de lo que va de temporada, sino el mejor. No estuvo Embiid, todo hay que decirlo. El camerunés tuvo descanso por problemas respiratorios y esta ausencia, que los Sixers suelen notar como es lógico, lo hace más si cabe ante este rival. Y es que Embiid tiene un historial de grandes actuaciones ante los Nets, a los que suele machacar cada vez que los tiene enfrente. En cambio sí que tuvieron a Al Horford, que se había perdido los dos últimos encuentros. El dominicano empezó fuerte y fue el líder de su equipo en unos primeros minutos que no hacían presagiar lo que iba a pasar a continuación.

A partir del segundo cuarto el tren del partido se le escapó para siempre a los visitantes que no daban pie con bola. Sobre todo en defensa y para sorpresa de muchos, ya que ésta se le supone una de las grandes virtudes. Pero el rival le tenía completamente desarbolado con un hombre a los mandos que, a falta de otras estrellas, se está poniendo la capa de superhéroe él mismo. Spencer Dinwiddie es el jugador del momento en Brooklyn y anoche volvió a demostralo con 24 puntos y 6 asistencias. Incluso posterizó a Tobias Harris con un mate que puso en pie a todo el pabellón. Está promediando 20,9 puntos y 6,2 asistencias en 30 minutos, la temporada que más está jugando en los seis años que lleva en la NBA. Hasta ahora su crecimiento era incuestionable, pero siempre desde el banquillo. Con las bajas de Irving y LeVert se ha quedado solo a los mandos y su rendimiento está siendo como para preguntarse si la suplencia no debería volver a ser su estado natural.

Desde el segundo cuarto hasta el final todo fue cuesta abajo y sin frenos para unos Sixers que se fueron del partido como si hubiesen tirado de la cadena con ellos dentro del retrete. La cuenta de Instagram de la franquicia lo resumía perfectamente: "No ha sido nuestra noche". Y tanto. Es la derrota más amplia de lo que va de temporada para ellos. Borrón y cuenta nueva rápida es lo que necesitan porque el miércoles reciben a los Heat en un duelo directo por la segunda plaza del Este.