NBA

La hora de vengarse de los Warriors ha llegado

Ric Bucher, en un artículo para Bleacher Report, repasa las ganas que tenían todos los rivales de batir a Golden State tras cinco años de tiranía.

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Los Golden State Warriors sumaron ante Memphis Grizzlies su cuarta derrota de los últimos cinco partidos, la 20ª de la temporada en tan solo 25 encuentros. Fue en el moderno y recién estrenado Chase Center, la gran joya de la corona de un proyecto que ha dominado el último lustro de la NBA con puño de acero: cinco Finales, tres anillos, el mejor récord de victorias en regular season (73-9), playoffs casi inmaculados (16-1)… Una acumulación de laureles que este curso se ha marchitado a un ritmo jamás antes visto.

Porque los Warriors son el segundo peor conjunto de la NBA solo por delante de los New York Knicks. El conjunto de San Francisco lleva ya más derrotas que en las tres primeras temporadas de la era Kerr (desde 2014 hasta ahora). En casa acumulan 8: desde la 2014-15 a la 2016-17, Golden State solo cayó en el antiguo Oracle Arena un total de 9 veces. Y solo en el estreno del entrenador en el banquillo (13) y en los dos últimos cursos (12 y 14) habían perdido tantas veces lejos de la Bahía como ahora (12).

Golden State nunca había anotado tan poco por cada 100 posesiones desde que aterrizó Kerr al banquillo (103,3) ni recibido tanto (112,5). Y es la primera vez que el net rating es negativo (-9,7): estuvo en el podio de la Liga en los cinco años anteriores. Su ataque siempre permaneció entre los cinco mejores de la NBA, ahora es el antepenúltimo. La defensa nunca se fue más lejos del Top-15. En estos instantes tiene por delante a 22 franquicias. Se puede continuar con la lista del derrumbe, pero en líneas generales la idea está clara: estos Warriors, no son los Warriors.

La marcha de Kevin Durant a Brooklyn para juntarse con Kyrie Irving en los Nets y las lesiones de larga duración de Klay Thompson en el último partido de las Finales de 2019 y de Stephen Curry en el cuarto encuentro de este curso fulminaron la renovación de un proyecto muy condicionado económicamente por el fichaje de D’Angelo Russell a través de un sign and trade que eliminó de un plumazo la posibilidad de crear un fondo de armario digno de un rey. Y los Warriors están desnudos: Burks, Robinson III, Cauley-Stein, Bowman y Paschall conforman el quinteto más utilizado hasta la fecha por Kerr. Un leve descenso de nivel y de estilo con el que se presentaba el pasado curso con Curry, Thompson, Durant, Green y Looney.

Una debacle que 29 franquicias de la NBA esperaban. Y con mucha ilusión. “Los últimos cinco años fueron tuyos. ¡Los siguientes son míos!”, le gritó Patrick Beverley a Curry cuando los Clippers, uno de los grandes damnificados por el huracán warrior, aplastaron 122-141 a Golden State en la apertura de la temporada. Luego llegarían los Thunder, también eliminados del mapa los últimos cinco años, y la derrota fue igual de escandalosa (120-92). El respiro de los Pelicans fue un espejismo: Phoenix, San Antonio, Charlotte, Houston, Lakers, Boston, Dallas… uno a uno, los equipos de la Liga batieron al anteriormente invencible equipo.

Stephen Curry y Draymond Green

“La temporada es larga y si pierden 20 ahora, tendrán todavía que jugar otros 50. Y perderán 40 de ellos”, comentó un jugador de la división del Pacífico a Ric Bucher. El periodista publicó en Bleacher Report un reportaje sobre la felicidad de los rivales al ver el derrumbe de los Warriors bajo el título “Warriors No More” (“No más Warriors”). “Han vuelto a la realidad, quieres vencerles y ver a Steph con esa toalla sobre su cabeza en el cuarto cuarto. Pero este equipo no son los Warriors. Tú no puedes castigar a Glenn Robinson y D’Angelo Russell. Esto es sobre Curry y Green”, dice otro jugador.

Ambos jugadores son los que más deseos de venganza han creado. “Steph. Los bailes, el protector bucal (que habitualmente muerde)… la lista es interminable”, señala el vicepresidente de un conjunto de la Conferencia Oeste sobre a quién de los dos tenía más ganas y por qué. “A Dray, porque no es tan bueno”, asegura otro rival. “Obviamente, fueron buenos antes de KD, pero una vez lo ficharon, alcanzaron otro nivel. Pero sé con certeza, particularmente con Draymond, por quien tengo el máximo respeto, que cuando estaban en la cima, avisaron a todos de que estaban en ella. Y sentías su presencia. Pero todo llega a su fin. Los chicos estaban ansiosos por alcanzarlos sin ese monstruo de siete pies (Durant), así que ahora todos sienten que están igualados a ellos. Todos están entusiasmados con eso”, declara Rodney Hood, que sufrió la ira de Golden State con los Cleveland Cavaliers de LeBron James. Pero eso era antes, una nueva era ha llegado y los Warriors son la presa favorita de los nuevos cazadores.