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NBA | SIXERS 103 - JAZZ 94

Los 76ers anulan el ataque de los Jazz y cogen carrerilla en el Este

Buen partido de Harris, Simmons y Horford. Esta vez los 76ers no necesitaron de un buen Joel Embiid. Los Jazz sufrieron mucho para anotar canastas.

Los 76ers anulan el ataque de los Jazz y cogen carrerilla en el Este
Bill StreicherUSA TODAY SPORTS

Los Sixers empiezan a coger velocidad de crucero en la Conferencia Este. No son los únicos, todavía les queda trecho para alcanzar el nivel de Toronto y, por supuesto, del mejor equipo de la NBA en estos momentos: Milwaukee. Pero en Filadelfia empiezan a cambiar la cara. En verano no lo veían claro, cambiaban a Jimmy Butler por un Al Horford ya veterano y que podía solaparse con Joel Embiid. Las dudas empiezan a disiparse y la ciudad disfruta. No han perdido ningún partido en casa, donde sumaron ante los Jazz (103-94) su décima consecutiva para un récord de 15-6

Los locales empezaron jugando a lo que quería Ben Simmons. Se trabó en alguna jugada y eso fue lo que dio un poco a aire a un Mike Conley al que se veía en serias dificultades para contenerle. Los Jazz funcionaban a rachas también en ataque en esos primeros compases, pero parecía que Rudy Gobert estaba a punto para poder emprender la misión encomendada: dominar ante Joel Embiid. Nada de eso valió entrado ya el segundo periodo, donde el equipo de Quin Snyder fue borrado del mapa de forma fulminante. Simmons descansó poco de un periodo a otro y eso le valió para ganar todavía más cadencia, para atinar mejor y distribuir como es debido. Horford era un castigo en las transiciones, hacía mucho daño con el llegar y tirar, y se inflaba ante los incomprensibles errores de marca de los Jazz. El Wells Fargo Center explotaba con un parcial -más de tres minutos sin recibir un punto- que les llevaba a superar los veinte de ventaja sobre los de Salt Lake, con triples de Ennis o Thybulle. 

Al comenzar la segunda parte la comparativa de triples era la siguiente: 11/20 por 2/10. Si hacemos números, vemos que la diferencia estaba justificada: 42 puntos habían metido los Jazz, muy lejos ya de su rival. No iban a poder revertirlo. El buen manejo de las penetraciones, doblando mejor el balón gracias a Niang e Ingles, les hizo, sin embargo, recortar la distancia en los minutos finales para hacer una última intentona de ir a por el partido. Salvo el 0-8 de parcial que encajaron a falta de cinco minutos, Harris, Simmons y Embiid soltaban pequeñas perlas en el camino que suponían un impedimento para que los visitantes pudieran coger el ritmo deseado. 

Los 76ers cerraron el partido con tranquilidad y sonríen. Ya han hecho borrón y cuenta nueva, parece que empiezan a engrasar la máquina. "Trust the process"...