Kyrie Irving se ha perdido los cuatro últimos partidos de los Brooklyn Nets y seguirá siendo así al menos durante los tres siguientes. Las salidas ante Knicks, Cavs y finalmente, Celtics, serán los siguientes compromisos en los que el base seguirá sin participar. Este último era uno de los más esperados de principio de temporada, ya que no se esperaba un recibimiento tranquilo (mucho menos amistoso) de Irving a Boston.

La causa es un pinzamiento en el hombro que según Kenny Atkitson le impide llevar a cabo su juego con normalidad. "No creo que sea algo con lo que pueda jugar por ahora. El hombro es una parte sensible, especialmente para los bases. Tiene que alcanzar el punto en el que él sienta que puede jugar y de momento no estamos en ese punto", explicaba el técnico de los Nets a la prensa tras el entrenamiento del jueves, donde dijo que antes de volver a contar con él quería que hiciese al menos un entrenamiento sin dolor. De momento los Nets han solventado bien la ausencia de su estrella, ganando tres de los cuatro partidos que han jugado sin él. Eso a pesar de que Irving es el máximo anotar (28,5) y asistente (7,2) de su equipo y que los de Brooklyn meten 10,4 puntos más por cada 100 posesiones con él en pista.

No habrá abucheos... de momento

La vuelta de Irving a Boston podía resultar desagradable para el jugador, que no salió especialmente bien de allí. Tal era la previsión que hasta Danny Ainge ya se declaró en contra de un posible abucheo general de la grada hacia su ex: "Creo que es un comentario triste, pero lo entiendo porque sé que ha habido mucha negatividad alrededor de su marcha. Entiendo todo eso, pero creo que es una mala conclusión. No me parece justo". Ainge también descubrió que la decisión final de Irving de no renovar con los Celtics no le pilló del todo por sorpresa. "Me expresó en un par de ocasiones entre marzo y el final de temporada que quería irse a casa. En ese momento tuve la impresión de que quería ir a jugar a Brooklyn más de lo que quería jugar en Nueva York".

El problema que pueda haber entre Irving y la afición de los Celtics viene por dos motivos. El deportivo, al ser la cabeza visible de un proyecto que cumplió las expectativas, y el de fidelidad a los colores, ya que el jugador aseguró en octubre de 2018 que si la franquicia quería él renovaría su contrato en Boston: "Lo he compartido con algunos de mis compañeros de equipo, así como con la organización y con todos los demás en Boston. Si me quieren mi plan es volver a firmar aquí el próximo año". Es evidente que la cosa se torció y en su cabeza la idea de volver a su ciudad natal empezó a ganar fuerza según avanzaba el curso. Ainge insiste en que culpar a Irving de la irregular marcha del equipo no sería justo: "Se le echó la culpa de la mala temporada el año pasado, pero es mucho, mucho más grande que eso. Estoy agradecido de que nos haya dado una oportunidad. No fue su culpa que no funcionase, fue de mucha gente, incluido yo mismo".

Los Nets volverán a jugar con los Celtics dos días después, el viernes 29, veremos si con Kyrie Irving enfrente. Para poder ver al base otra vez en el TD Garden habrá que esperar hasta el 3 de marzo. Aunque habrá que ver si no se pierde también ese partido, ya que tiene un amplio historial de no jugar ante su único ex equipo hasta este año. Desde que dejó los Cavaliers en 2017 sólo ha estado en Cleveland una vez.