NBA | GOLDEN STATE WARRIORS 127-PORTLAND TRAIL BLAZERS 118
Paschall, nuevo amo y señor de los Warriors: 34 y victoria
Golden State ganó el primer partido de su historia en el Chase Center (el segundo total de este curso) con el novato como estrella: 34 puntos.
Golden State Warriors estaba herido de muerte antes del partido de esta pasada madrugada. Sin Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green, D’Angelo Russell ni Kevon Looney y cinco derrotas (alguna muy dolorosa) los de la Bahía se medían con uno de los grandes de la NBA: Portland Trail Blazers. Los pronósticos eran claros: los visitantes, el equipo de Damian Lillard y de CJ McCollum, barrerían sin ningún tipo de problema a su rival, como ya hicieran antes Charlotte, San Antonio, Phoenix… Era lo lógico. Nadie apostaba por un quinteto formado por tres novatos (Poole, Bowman y Paschall) y dos veteranos con más sombras que luces en la Liga (Robinson III y Cauley-Stein).
Pero la lógica. Lo establecido por decreto. Lo sensato decidió no aparecer por el Chase Center, que vio por primera vez desde su inauguración una victoria de Golde State, los suyos, con un héroe inesperado: Eric Paschall, el nuevo MVP de la Bahía de San Francisco. El ala-pívot, que cumplió 23 años, se licenció con honores en la NBA ante los de Oregón: firmó 34 puntos (11 de 19 en lanzamientos de campo) con 4 triples en 6 intentos. Es la mayor anotación de un rookie en lo que llevamos de temporadas y eso que le restaron dos tantos al revisar las estadísticas. Además, atrapó 13 rebotes. Con él en el campo, los de Kerr tuvieron un +11, la máxima de un encuentro que certificó el segundo triunfo del curso para los antiguos finalistas de la NBA, que afronta el curso más duro del último lustro. El más difícil de la era Kerr.
La actuación de Eric Paschall
“Está a otro nivel ahora mismo. Lo quiero”, escribía el lesionado Curry en redes sociales mientras observaba la exhibición del novato, que al descanso ya presentaba una hoja estadística maravillosa con 19 puntos y 3 de 3 desde la línea de tres puntos. Nacido en Sleepy Hollow (Nueva York), Paschall estudió cuatro años en la Universidad de Villanova antes de ser drafteado por los Warriors en segunda ronda, en el puesto 41. De los 40 anteriores, solo cinco completaron el ciclo universitario como él; de los 19 siguientes, 7. Es una apuesta de la organización que, en un principio, pensó en seleccionarlo en primera ronda (Poole fue el escogido). Su elección fue con tensión: Bob Myers tuvo que certificar con fuentes de la Liga que Sacramento Kings, el 40, no se lanzaría a por él. “Estábamos conteniendo la respiración, esperando a que cayera para nosotros. Finalmente, sucedió”, aseguró Steve Kerr al San Francisco Chronicle a mediados de octubre.
“Para mí, encaja perfectamente y, tal vez, incluso destaque en la cancha por su físico: es fuerte y explosivo. Es un novato maduro. Jugó esos cuatro cursos en la universidad y se nota. Sabe lo que está haciendo”, continuó el entrenador de los Warriors sobre un jugador que aún no tiene carnet de conducir y que cada vez que sale de su piso en San Francisco tiene que pedir a un compañero o técnico que le lleve. “Cuando tenga un descanso largo, me sacaré el carnet”, asegura Paschall, que en seis partidos promedia 13,8 puntos y 3 rebotes en 27,8 minutos sobre la cancha. “Pensé que sería un novato más. Sé que soy mayor, así que tendría la oportunidad de jugar, pero no todo esto. Nadie desea que ninguno de sus compañeros se lesione ni nada de eso, pero cuando se presenta la oportunidad, hay que aprovecharla”, reflexiona el hombre del momento. Paschall, el MVP que destrozó a los Blazers, que tuvieron un gran día de Lillard (39), bueno de Whiteside (22) y malo de McCollum (14).