Brooklyn Nets y New Orleans Pelicans se enfrentaron esta madrugada en el ‘duelo de proyectos incompletos’. Por un lado, los de New York: el patito feo de la Gran Manzana convertido en el bello cisne tras la llegada de Kyrie Irving y de Kevin Durant este pasado verano… aunque la lesión del alero durante las Finales del pasado curso con Golden State Warriors hace que el reinado de la franquicia tenga que esperar al menos un tiempo. Y, por el otro, los de Luisiana, que sin el también lesionado Zion Williamson, el último número del draft, el rookie más mediático desde LeBron James, tratan de sobrevivir en la jungla de la NBA, sin mucho éxito por el momento: con la derrota en el Barclays Center, el conjunto de Alvin Gentry sumó su quinta derrota en los seis primeros partidos de la temporada.

Un balance esperado sin el exjugador de Duke, pero que tiene su parte positiva: con su ausencia se está viendo al mejor Brandon Ingram de siempre en la Liga norteamericana. El de Carolina del Norte ha encontrado el hábitat perfecto para crecer. Alejado de los focos de Los Ángeles, el alero ha estirado la cabeza y en Nueva York llegó a la máxima anotación de su carrera con 40 puntos. La alcanzó con un formidable 70,8% en tiros de campo (17 de 24)… y con un solo triple en tres intentos. Además, añadió 5 rebotes y asistencias y 2 robos. Su aportación ofensiva media supera los 25 tantos (25,9) con, otro, brillante 55,2% en el lanzamiento y un, también reseñable, 48,6% desde el perímetro.

Irving contra Ingram

Su actuación, que fue brillante tanto en el resultado como en la ejecución (canastas de todas formas y colores, muchas de gran hermosura) pero insuficiente ante uno de los grandes de la Liga: Kyrie Irving. El base fue la punta de lanza de una ofensiva que llegó a los 67 puntos al descanso. Logró 39 tantos al final con 9 asistencias y, en lo que llevamos de curso, todavía desconoce los que es rebajar la barrera de los 20 puntos de anotación. Con él a los mandos, los Nets llegaron a casi los 20 de diferencia antes de afrontar el tercer cuarto (63-44).

Los Pelicans reaccionaron con Ingram. Firmaron el récord de la franquicia de mayor anotación en un cuarto con 48 puntos en el tercer periodo y antes de cerrar el duelo llegaron a ponerse a tan solo dos de diferencia (121-119) tras una canasta de Josh Hart. Un parcial 14-6 de Brooklyn en los últimos cinco minutos dio a los locales su tercera victoria en siete encuentros.