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LIGA ENDESA | 6ª JORNADA | UNICAJA 62-MOVISTAR ESTUDIANTES 67

El Movistar Estudiantes vuelve a ganar fuera 9 meses después

El equipo colegial venció al Unicaja en Málaga en un partido sólido y nada bonito. La última vez que se llevó la victoria lejos del WiZink fue el 3 de enero de 2019.

Jaime Fernández trata de penetrar ante la defensa de Kadji, Brizuela y Palacios.
Jaime Fernández trata de penetrar ante la defensa de Kadji, Brizuela y Palacios.MARIANO POZODIARIO AS

Casi diez meses. Ese es el tiempo que llevaba el Movistar Estudiantes sin ganar lejos del WiZink Center en la Liga Endesa. Un tiempo muy largo en el que los colegiales enlazaron 12 derrotas consecutivas lejos de casa desde aquella victoria frente al UCAM en Murcia el 3 de enero de este año. Y esta noche, en el difícil Martín Carpena, los chicos de Aleksandar Dzikic pusieron el reloj nuevamente a cero: triunfo por 62-67 contra el Unicaja en un encuentro muy embarrado en los dos primeros cuartos (25-30) y que se animó algo más (tampoco fue una fiesta de gorritos y matasuegras) tras el descanso.

Fue un duelo extraño. Un choque en el que los malagueños, tras reconducir la dirección en la ACB con tres victorias seguidas (incluidas las de las duras plazas de Vitoria y Valencia), parecían arrastrar las malas vibraciones de la dura derrota en Alemania en la Eurocup. Los de Casimiro empezaron, anduvieron y acabaron espesos: 18 pérdidas (17 en tres periodos) que dieron 23 puntos a los estudiantiles y un 6 de 24 desde el triple para un 22/56 total en el tiro. Los cajistas se pasaban el testigo sin continuidad, nadie era cabeza de playa. Primero Avramovic tuvo su momento, pero desapareció. Al igual que Deon Thompson: sin señales suyas hasta los instantes finales. Jaime Fernández pasó de puntillas y Josh Adams no tuvo su día. Gerun, por su parte, era potencia sin control.

Ingredientes, uno a uno, que chocaban contra la paciencia estudiantil. No fue su mejor partido. Pero hubo mucho oficio, mucho defensa… y mucha fe. No existió una bajada de brazos generalizada cuando los malagueños insistían en derribar su muro, algo normalizado en el pasado curso. Y el gran culpable es Dzikic, que pudo contar con el renqueante Brizuela para este asalto al Carpena.

Pero, por una vez, el vasco no fue el mejor. Ese mérito se lo lleva Phil Pressey. El base estadounidense dirigió con criterio y anotó cuando hacía falta. Sin florituras y con inteligencia, alcanzó los 12 puntos y las 5 asistencias para 15 de valoración (la máxima de su equipo). Bajo su ala, el Estu despegó. Siempre por encima en el marcado, a excepción de tres empatas (a 4, a 6 y a 8), los colegiales fueron dinamitando el ánimo malagueño. No había mucha fluidez en sus ataques, pero supieron vivir de las debilidades ajenas hasta llegar a ponerse 15 arriba (33-48) a falta de tres minutos para concluir el tercer cuarto.

Los malacitanos dieron dos latigazos en el último periodo: al inicio y al final. Dangubic (matazo), Palacios (mejor en defensa que en ataque) y Kadji (intermitente) dieron respuesta cuando peor lo pasaban los Ramireños. Tres tiros libres de Brizuela tras una falta del exestudiantil Jaime Fernández certificaron un triunfo que deja al Estudiantes con tres victorias en seis partidos. El Unicaja frena con muy malas sensaciones.