Kawhi sigue siendo el rey y sus Clippers se llevan un gran derbi

Se esperaban un par de partidos trepidantes para abrir la temporada de la NBA. La Liga siempre es cuidadosa con este tipo de cosas, programando con esmero encuentros que puedan resultar harto atractivos al espectador ya en la primera semana. El opener se había quedado descafeinado por la ausencia de Zion Williamson y el segundo en liza, el remozado derbi de Los Ángeles, no contaba con Paul George pero sí con multitud de nuevos ingredientes. Pudo más esto último y en el Staples Center vivimos la semilla de lo que puede ser un enfrentamiento electrizante durante toda la campaña y las venideras.

Es sólo un partido, es sólo la fase regular y es sólo un comienzo, pero nadie negará tras ver el partido que los dos equipos salieron con una marcha más de la habitual. Esto había que ganarlo y la balanza se decantó a favor de los Clippers, que jugaban como locales. 112-102 en una contienda con golpes de bella factura y algún invitado especial. 

El inicio fue espectacular para los de púrpura y oro: 2-13. Habían entrado como toros, pero la acción se iba a disparar con las primeras sustituciones. JaMychal Green y Moe Harkless abrieron espacios y permitieron a Kawhi Leonard empezar a campar a sus anchas. Bueno, a sus anchas quizás no sea la expresión correcta: el MVP de las pasadas Finales se encontró con alguna muy buena defensa y con un James enfrente que querían guerra, intercambios al más alto nivel, pero Leonard sacó la calidad y puso a su equipo arriba. Los Lakers, pese a que Anthony Davis se mostraba en ataque y había buenos destellos de sospechosos como Dwight Howard, fue fallando paulatinamente en defensa: recibió 40 puntos en el segundo cuarto, demasiados. 

El tiempo del partido ya lo dominaba Lou Williams y Leonard si Leonard quería. El público había tenido algún ramalazo en contra de los locales pese a ser eso, los locales, pero se jaleaban más sus canastas. Era por la coyuntura. Una fantástica racha de Danny Green (cuyos 28 puntos suponen la mejor anotación de la historia de los Lakers de un jugador con dicha franquicia, superando la marca de un tal Kareem Abdul-Jabbar), culminada por un triple al contraataque para devolver a los suyos el liderato en el marcador (82-85, minuto 35), hacía que los aficionados de los Lakers estallaran y contragolpearan también en la grada. Para el espectador en el estadio y en el sofá estaba siendo una gozada, lo que se pedía a un partido así o incluso más. 

El desenlace del partido fue como una gota china, nunca mejor dicho sabiendo la situación que ha vivido la NBA en las últimas semanas. Los Clippers dieron poco a poco y los Lakers fueron cediendo terreno. James respondió como pudo en defensa pero no en ataque, acabó con 7/19 en tiros. Davis, algo parecido pero con algunas fallas importantes para proteger su aro pese al 25+10+5. Falló el banquillo, se notó mucho esa diferencia y que en la otra orilla no hay tanta. Montrezl Harrell (17 puntos y 7 rebotes) se adueñó de la zona y volvió a abrir espacios para que Kawhi Leonard llegara a la treintena, sumando 6 rebotes y 5 asistencias y con más de un 50% de acierto en los tiros), y firmara la sentencia.

La primera toma de contacto -repetimos, sin Paul George- ya es para los Clippers. Se pone muy alto el listón para la temporada, lo que a cualquiera (incluso a los aficionados de los Lakers) le puede sacar una sonrisa en esta apertura de temporada.