El sábado en Tenerife, a 6:40 del final y con el marcador empatado a 63 entre el Iberostar y el Real Madrid, Jordan Mickey realizó uno de los mates más espectaculares de la historia de la Liga. Taylor había recuperado un balón en pista defensiva y Mickey cogió el rechace aún en su propio campo, avanzó con dos botes, dio luego dos zancadas amplias con el balón en las manos y acabó saltando desde la línea de tiros libres, a 4,10 metros de la parte más próxima del aro, para machacar en la canasta situada a 3,05 m de altura.

Jordan Mickey, un pívot de 2,03, 104 kilos y 25 años, ha explicado este lunes la acción en los medios del club blanco: “Honestamente, no pensé desde dónde saltaba. Vi a alguien detrás de mí, corrí todo lo que pude, di dos pasos y lo hice. No fue premeditado saltar desde la línea de tiros libres. Solo di dos pasos y me impulsé. No me percaté de que estaba tan lejos, pero salté sabiendo que podía alcanzar mi objetivo”.

Pablo Laso recuerda la acción y cómo la comentaron dentro del equipo: “Nunca había visto un mate así, más allá de los concursos. Luego, después del partido y cuando cenábamos todos juntos, veíamos la repetición y decíamos: ‘¡Qué pasada!’. Es un mate de concurso que habla muy bien de su capacidad. Vemos esas apariciones de Mickey en rebotes, tapones, en mates como este… Esos ‘flashes’ que creemos que poco a poco va a ir repitiéndolos más durante los partidos. Me alegro mucho de que se hable de lo que es capaz de hacer. Hace un trabajo oscuro para el equipo y acciones como este mate le dan relevancia y le ponen en el foco”.

Su compañero, el escolta francés Fabien Causeur, lo vivió así desde el banquillo: “Nos mirábamos todos y nos sonreíamos, lo comentábamos hasta con el doctor, en plan, qué bestialidad. No es nada común un mate así y sobre todo de un pívot”.

Mickey emuló el mate que hizo Michael Jordan en el concurso de la NBA en 1987 y cuenta ahora su admiración por el que quizá sea el mejor jugador de todos los tiempos: “Cuando era un niño veía los partidos de Michael Jordan y los analizaba, siempre quise parecerme a él. El mate lo había intentado antes en el instituto, pero nunca en un partido. Hay que tener confianza en tus capacidades atléticas. Sé que puedo saltar muy alto y muy lejos. Desde pequeño mi padre me enseñó a coger el balón y a saltar. Y eso es lo que hice también esta vez”.