Chris Paul: regreso a los orígenes tras la abrupta salida de Houston
El base fue seleccionado en el draft por los Hornets, pero jugó su primera temporada en OKC por los efectos del huracán Katrina; "Ha sido duro", dice sobre su salida de los Rockets.
Los nuevos Thunder. Sería un titular perfecto sino fuera porque pinta a que los aficionados de Oklahoma tndrán que hacer gala de una considerable paciencia si quieren volver a ver a su equipo en playoffs. Y no digamos ya luchando por el anillo. El proyecto que empezó con Durant en Seattle (2007) y al que dio continuidad Westbrook como jugador franquicia tras la marcha del alero ha visto su fin en un verano en el que Sam Presti ha decidido que ya había tenido suficiente.
El directivo, un hombre inteligente y con un discurso magnético, ni siquiera tuvo que poner la cabeza por delante del corazón. El proyecto en torno a Westbrook, cuyo comportamiento no ha generado muchas simpatías en la afición, no había dado sus frutos tras la marcha de Durant. Y ni siquiera su esfuerzo para traer a Paul George o Carmelo Anthony sirvió para que el equipo juegue de una manera que se aleje del personalismo de Russ en la cancha. Muchos triples-dobles para tres caídas consecutivas en primera ronda han provocado que Presti ponga fin a un proyecto que ha durado más de una década y que ha estado muy bien construido (buenas elecciones en el draft, crecimiento de un entrenador u otro en cada parte del proyecto, buenas progresiones...) pero que no ha tenido como recompensa el anillo.
La salida de Westbrook ha tenido un daño colateral: Chris Paul. El base llegaba a los Thunder y la intención de Presti era traspasarle para liberar margen salarial e ir a por una estrella en el futuro o a por dos buenos jugadores que completaran un roster que pudiera optar a los playoffs a medio plazo. No se puede hacer magia todos los años. Al final el base se queda en la plantilla (al menos de momento) y será además el líder en la pista (y fuera de ella) de un grupo joven y ligeramente perdido tras la marcha del que ha sido su referencia estos últimos años.
Tanto los Thunder como el base vuelven al año 0. La franquicia reiniciará el proyecto y buscará una nueva cara que lo lidere. No será Chris Paul, que con 34 años se encuentra en la fase final de su carrera y no prolongará su estancia para un proyecto a largo plazo. Eso sí, el base también vuelve a sus orígenes. Fue seleccionado en el puesto número 4 del draft de la NBA de 2005 por Hornets, pero tan solo disputó tres partidos en Charlotte esa temporada. Las consecuencias del huracán Katrina, un desastre natural que conmocionó a todo Estados Unidos, obligó a la franquicia a trasladarse a Oklahoma, donde jugaron casi la totalidad de esa campaña.
Algo que todavía recuerda el base, que ha estado en el Media Day de los Thunder y ha sido uno de los protagonistas. "La gente de aquí hacen de esta ciudad lo que es" dice que el jugador, que afirma que "se cierra el círculo". El joven y talentoso baloncestista que llegaba a la ciudad con 20 años tiene ahora una mujer, dos hijos y un bagaje tremendo en la mejor Liga del mundo. Se fue como una promesa y regresa como un veterano que va a acabar en el Hall of Fame. Casi nada.
Eso sí, regresa sin anillos. El campeonato ha sido esquivo para uno de los mejores bases de su generación y de la historia. En los Rockets parecían que iban a conseguirlo y estuvieron cerca hace dos temporadas, pero su lesión y una pájara tremenda de Harden y compañía en la segunda parte del séptimo partido de las finales del Oeste (en el Toyota Center) lo impidió. El año pasado volvieron a caer ante unos Warriors plagados de bajas. La eliminación vino acompañada de una discusión entre Harden y Paul en los vestuarios que se filtró y se hizo pública.
El personalismo del escolta no gustaba al base, que fue el chivo expiatorio y se convirtió en una más de las muchas piezas que han ido y venido de los Rockets para construir un equipo ganador en torno a La Barba sin éxito. Llegaba Westbrook a la franquicia. Otro jugador que asume mucho balón. Ya veremos cómo cuadra con Harden.
Sobre esta abrupta salida ha hablado también Paul en el Media Day: "Ha sido duro" ha reconocido el base, que aún así ha afirmado ser consciente de que la NBA es un negocio y ha deseado lo mejor a su ex equipo. Asegura que no les guarda ningún rencor. Al fin y al cabo, en los dos años que ha estado en la franquicia ha podido luchar por el anillo y jugar la única final de Conferencia de su carrera. No ha llegado el sueño del anillo, pero ha estado más cerca. Las culpas tampoco le señalan. Su paso por el equipo texano ha estado lleno de lesiones, pero el jugador ha demostrado cuando ha estado sano que todavía puede rendir a un gran nivel.
Ahora toca temporada de reflexión para el base, que piensa que todavía puede aportar mucho al baloncesto (15,6+8,2 el año pasado) y que tiene muchas ganas de entrenar con Billy Donovan, ténico del equipo. Steven Adams, Dennis Schröder... son algunos jugadores que compartirán equipo con un nuevo base, más experimentado que el anterior y capaz de jugar sin balón, como ya demostró al lado de Harden. Empiezan los nuevos Thunder. Se cierra el círculo para Paul y OKC reinicia el proyecyto. Veamos cómo sale en esta ocasión.