Westbrook y su reunión con Harden: "Vamos a dar miedo"

Otro de los equipos que arrancó ayer fue Houston Rockets. La franquicia texana también fue una de las que más atención atrajo en su media day, no en vano puso de largo su nueva pareja de MVPs: James Harden y Russell Westbrook, un backcourt que se reencuentra tras las Finales perdidas con OKC en 2012 (Thunder-Heat) y un experimento apasionante que puede resultar explosivo para bien... o para mal. Íntimos fuera de las pistas, la cuestión es cómo congeniarán dentro de ella dos jugadores de un perfil tan dominante, y si Mike D’Antoni podrá corregir los problemas de eficiencia que han manchado la última etapa de Westbrook en los Thunder, marcada por las barbaridades estadísticas en Regular Season y los finales amargos en playoffs.

En eso último comparte suerte con Harden y ahora buscan redención juntos. Los Rockets perdieron su gran oportunidad de ser campeones en 2018 y se fueron a la calle en semifinales de Conferencia la pasada primavera, en ambos casos derrotados por unos Warriors que les han derrotado en cuatro de las últimas cinco temporadas (en 2017 su verdugo fueron los Spurs). Tras no poder aprovechar la lesión de Kevin Durant y caer en su propia pista ante los de la Bahía, olía a crisis en unos Rockets hundidos y que airearon con una profunda renovación que finalmente no se ha traducido en muchos cambios en el roster. La salida de Durant y la lesión de Klay Thompson dieron esperanza (vasos comunicantes) a los de Houston, que vieron además su gran ocasión para pescar en OKC en cuanto Paul George forzó su salida hacia los Clippers.

Los implicados, Westbrook y Harden, tienen claro (no puede ser de otra manera, mala cosa sería) que su reunión va a funcionar y el ex de los Thunder avisó al resto de la NBA: “Vamos a dar miedo. Eso es todo lo que puedo decir, vamos a ser un equipo que va a dar miedo”. Harden, mientras, reconoció que las expectativas son máximas pero dejó claro que estaban preparados: “Si no ganamos todo la culpa me la echarán a mí. Pero no pasa nada, sé que es así. Russell ha iniciado un capítulo totalmente nuevo en su vida, ha venido aquí a jugar al baloncesto. No tiene que preocuparse de la presión o el estrés de llevar una franquicia en los hombros. Estoy muy feliz por él... todos estamos muy felices. Los entrenadores, los directivos, los jugadores... Los dos hemos conseguido muchas cosas a nivel individual, es el momento de que hagamos algo que no hemos podido hacer hasta ahora para un equipo”.

Sobre su complicidad en pista, la Barba tampoco ve los problemas que anticipan muchos analistas: “Veremos cómo sopla el viento. Si Russ tiene el día, si está en uno de esos momentos que ya conocemos de él, lo mejor es sentarse y disfrutar del espectáculo. Y viceversa. Cuando sea yo el que estoy en racha él hará lo mismo”.