Ningbó, el último tubo de ensayo para el Mundial

La última parada de la Selección antes del debut en Guangzhou es el torneo de Ningbó. Ciudad antiquísima (sus origenes datan del año 4800 antes de Cristo), portuaria, al sur de de Shanghai, de la que sólo la separa la bahía de Hangzhou, la FEB cerró antes del sorteo del Mundial su participación aquí en un torneo que le puede dar interesantes réditos. Por un lado, servirá para que los jugadores tomen contacto con su nuevo entorno. Además de la adaptación, Scariolo podrá observar en qué punto exacto de la preparación está el equipo a sólo cuatro días del debut contra Túnez. Porque esto empieza ya. De momento, España ha caído de pie en Ningbó. El gimnasio del hotel responde a sus necesidades y las instalaciones del Olympic Sports Center son el reflejo de la China imperio económico. Y pese a sus tres millones y medio de habitantes sólo en el área metropolitana, se ha movido con cierta solvencia.

El torneo de Ningbó tiene un plus de interés. Los dos rivales, Argentina y Rusia, son potenciales rivales en cuartos. Junto a China, son las selecciones que aparecen en la hoja de ruta de España si el grupo de Scariolo hace los deberes. Cruzarse a alguna de las dos es lo más posible; así que, aunque nadie vaya a enseñar sus cartas, será curioso ver cuál es la idea de baloncesto de Argentina que, en principio, girará alrededor de sus bases. Campazzo (que no jugará hoy) y Laprovittola son directores de juego que acaparan mucho el balón. El primero, con un ritmo más vivo; el segundo, con un punto de inspiración que le ha llevado de la Penya al Palacio en el último año. Alrededor de ellos, Vildoza, Brussino, Garino, Deck y un viejo rockero. A sus 39 años, Luis Scola sigue dando clínics de baloncesto. Su juego ha evolucionado. Menos físico, mete menos el culo y mira más a la canasta de cara. Su presencia es todo un guiño a los románticos de la generación del 80 a la que pertenece también Pau Gasol, hoy lesionado.

Scola, Rudy y Marc Gasol son los únicos supervivientes de aquella semifinal del Mundial de 2006. No se puede olvidar que han pasado trece años de aquello. Ahora, Scola y Rudy son los capitanes y Marc, el líder indiscutible de España. El pívot de Sant Boi se ha preparado a conciencia para el Mundial. Lo tenía en su calendario por más que su año NBA se alargase felizmente. Y pese a tener apenas una semana de vacaciones ha puesto en marcha la maquinaria y ya está en China dispuesto a liderar el plan que Scariolo trata de redondear estos días. El juego sin balón, los roles múltiples, la versatilidad, le dan a esa Selección "perimetral" de la que habla el seleccionador un punto interesante de intriga. Veremos si también de efectividad.