El pívot mexicano Gustavo Ayón ha abandonado este verano el Real Madrid, donde vivió su gran etapa en Europa proclamándose campeón de la Euroliga en dos ocasiones, para acabar en el Zenit de San Petersburgo ruso que entrena Joan Plaza, otro conocido de la casa blanca. El movimiento fue extraño, ya que lo que él quería realmente era irse a la NBA por un tema personal: estar cerca de su hijo.