Cousins: el cuádriceps, el Aquiles y el cruzado rotos en año y medio
DeMarcus Cousins cuenta con un desgraciado historial reciente de lesiones muy graves que han devaluado un potencial espléndido.
DeMarcus Cousins se ha convertido en uno de esos jugadores que juegan bajo una nube negra, que están tocados por una varita mágica de la mala fortuna. Hoy ha coronado otra cima de la desgracia para pena de los aficionados de los Lakers en primer término y de los del resto de la NBA en un segundo plano, ya que hablamos de uno de los mayores talentos del mundo en la posición de pívot: se ha roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Esto supone otros tantos meses de baja como ya cumplió la temporada pasada, todo ello a mitad de la búsqueda de un anillo que se le resiste pese a que busca atajos para conseguirlo.
La etapa en los Kings, donde comenzó en la NBA, fue en la que se pudo ver bien, al 100%, a Cousins. Tipo peculiar, con muchos problemas de temperamento que solapaban en algunas ocasiones a una bestia con muy buen toque y una presencia imponente en la pintura. De ahí saltó a los Pelicans para hacer una pareja de ensueño con Anthony Davis, una fórmula que se ha querido repetir en los Lakers. En Luisiana llegó el primer problema: desgarro en el tendón de Aquiles. Su estructura física, por peso, suponía un punto negativo adicional para la recuperación.
358 días, el que más tiempo ha tardado en la historia de la competición en recuperarse de una lesión tan cruel, fue el tiempo que pasó hasta verle de nuevo jugando. Había cambiado hasta de equipo. En los Warriors buscaba el Anillo, sin más; su lesión en el Aquiles izquierdo había dejado bajo mínimos su valor de mercado, con el que optaba a recibir un contrato de 200 millones de dólares, y obtuvo un contrato muy bajo en Golden State sólo con el afán de conseguir el objetivo máximo. Y no lo logró pese a que todo apuntaba a ello. En mitad del intento, el cuádriceps...
Ante los Clippers, en plenos 'playoffs', se rasgó el cuádriceps de la pierna izquierda (la damnificada en los tres casos). Su baja se unió a la de Kevin Durant. Él pudo recuperarse a tiempo e incluso ser importante en uno de los partidos, el segundo, de las Finales ante los Raptors. Sin embargo, se vio que no era el de antes: 7,6 puntos y 4,9 rebotes cuando semanas antes, con menos presión porque hablamos de la fase regular, promediaba 16,3 puntos y 8,2 rebotes (ya postlesión).
Ahora afronta una lesión que suele estar en el rango de los 6 a 8 meses de baja. Ahora estamos a sólo un año y medio (del 26 de enero de 2018 hasta hoy) del percance que desencadenó este tormento, un periodo ínfimo y difícilmente de afrontar para un deportista que cuenta ya con 29 años y ahora genera más dudas.