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BALONCESTO

Cálido homenaje a Juan Carlos García en su adiós a la etapa FIBA

Dirigió su último partido de selecciones en Pamplona: el España-Lituania. Le salpicó la polémica en el Madrid-Barcelona de la última final de Copa.

El homenaje en Pamplona
MIKEL SAIZDIARIO AS

Pasó desapercibido hasta para la retransmisión televisiva, que andaba en otros menesteres al parecer más importantes en ese momento. No es mal resumen de su trayectoria: la discreción, situarse fuera del foco mediático, aunque a veces ha estado en el centro de la diana, en contra de su voluntad. Juan Carlos García González dirigió ayer en en el Navarra Arena de Pamplona su último partido como colegiado FIBA, una renuncia a la licencia que hizo efectiva en febrero. Acompañado de Carlos Peruga y Carlos Cortés, el colegiado bilbaíno estuvo al frente en el España-Lituania que suponía el pistoletazo de salida a la preparación de La Roja para la Copa del Mundo. Estuvo con su familia y recibió una placa de manos del presidente de la Federación Española, Jorge Garbajosa.

Tras renunciar hace cinco meses a su condición de FIBA, obligado por edad, el encuentro amistoso disputado en Pamplona sirvió para que la FEB homenajeara a García González por su trayectoria internacional en FIBA, que no es reducida. Internacional desde 2003, es uno de los colegiados más reputados a nivel europeo, y su palmarés es interminable. En él destaca la última final olímpica, disputada en Brasil, entre Estados Unidos y Serbia. También estuvo en el Mundial de 2014.

Va camino de los 700 encuentros en la ACB (en septiembre hace 22 años en la élite nacional) y es una eminencia en la Euroliga, pero ya se sabe que un borrón a veces mancha una trayectoria impoluta. Fue uno de los integrantes de la última final de Copa entre Madrid y Barça, junto a Miguel Ángel Pérez Pérez y Benjamín Jiménez Trujillo, en la que estalló la polémica tras interpretar, y después de revisar la jugada con el Instant Replay, como canasta un tapón legal de Randolph sobre un lanzamiento de Tomic cuando el partido estaba a punto de cerrarse.

Para García, Kiko de la Maza ha sido un profesor fundamental: “Es el árbitro que más ha influido en mi carrera. Es lógico, porque al ser también de Bilbao, convives más. Solo tengo buenas palabras para él: he aprendido muchísimo“, ha mantenido habitualmente. En noviembre cumple 50 años. Habitualmente hace memoria y recuerda varios momentos n su trayectoria: “Desde luego, mi primer partido en la ACB. Fue en Vitoria en un Taugrés-Fórum junto con Eduardo Sancha y Juan Luis Redondo. Entonces estaba en un grupo especial que pitaba a caballo entre la LEB y la ACB. Otro momento especial para mí fue la final de Copa de 2010 en Bilbao, mi ciudad. Fue muy emotivo estar con mi familia“. Y la final olímpica, claro, además de muchos otros momentos para la posteridad.

Más allá de su faceta pública como árbitro, Juan Carlos García se ha volcado con la asociación Diabetes Cero Vizcaya. Su hija Aroa tiene esa disfunción y se implicó para ayudar. Hubo un acto solidario en el conocido puente bilbaíno de La Salve, que consistió en subir las escaleras del mismo hasta sumar la altitud del Everest, además de que la gente conociese la labor que están haciendo unos cuantos. Se sumaron casi mil personas en la causa, que recauda fondos para la investigación de la diabetes.