La 2018-19 no fue la temporada más fácil para Dion Waiters. Firmó 12 puntos, 2,6 rebotes y 2,8 asistencias de media en 44 partidos de liga regular. Los otros 38 se los perdió al salir de una lesión de tobillo que ya le había impedido acabar jugando el curso anterior. Cuando regresó a las canchas su estado de forma no era el mejor posible, pero para saber esto no hacía falta esperar a verle en acción. Su figura ya delataba que aún estaba lejos de alcanzar el 100%.

Con un evidente sobrepeso se convirtió en una de las dianas preferidas de las redes sociales, que se cebaron con él con todo tipo de burlas sobre su cuerpo. Lo que no sabían, o no se pararon a pensar, es que Waiters no estaba pasando por el mejor momento de su vida precisamente. "El año pasado salí de uno de los periodos más deprimentes y frustrantes de mi vida. Saliendo de una lesión no me sentía yo mismo y ni me reconocía cuando me veía. Estaba en un lugar muy oscuro mental y físicamente, porque jugar al baloncesto que es algo que me encanta me lo habían quitado por la lesión del final de la temporada anterior", explica el jugador en su último post de Instagram.

Ese texto también hace referencia a toda la gente que se ha metido con él durante estos meses y cómo los ha utilizado para salir a flote: "Este mundo de las redes sociales se metía conmigo y hacían chistes sobre mí sin saber por lo que estaba pasando. En lugar de unirme al circo me dije a mí mismo que había pasado por peores cosas en mi vida que esto. Así que me prometí a mi mismo que trabajaría para dejarme el culo en volver a estar como antes de la lesión. Aún no he terminado, pero supongo que alguien necesita escuchar esto".

Y acompañaba el texto con una foto del antes y el después ( o el ahora) en el que se le ve sin camiseta y en una forma envidiable.

En la conferencia de final de temporada Pat Riley ya avisó que Waiters había estado jugando con un tobillo y medio. "La cirugía a la que se sometió fue amplia. No fue sólo para arreglar una parte de su tobillo, fue bastante más que eso. Y necesitó un año para recuperarse", explicaba el presidente de los Heat.