NBA

Los salarios de la clase media en la NBA caen en picado en 3 años

Tras la locura desatada en el verano de 2016 con el nuevo y millonario contrato de televisión con Disney y Turner, los sueldos y contratos se han desinflado.

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JaVale McGee, durante un partido con Los Angeles Lakers.
Sean M. Haffey AFP

En los veranos previos a 2016, la gran mayoría de los jugadores de la NBA, ya fueran estrellas o de rango medio y pequeño, huían de los contratos largos como de la peste. Buscaban mil y una fórmulas para alcanzar el mes de julio de 2016 en completa libertad. Sin ataduras. Sin cargas sobre sus espaldas. El motivo era ese megacontrato de televisión del que se hablaba entre bambalinas y que al final vio la luz: 24.000 millones de dólares a pagar en diez años (desde 2016 y hasta 2025) entre Disney (ESPN y ABC) y Turner (TNT)

Una cantidad ingente de dinero, nunca vista en la Liga norteamericana, que desató la locura en todos los niveles de la administración. El tope salarial se disparó en 24 millones en comparación a 2015 (de 70 a 94), el doble de lo que había crecido de 2012 (58) a 2015. Y los jugadores aprovecharon la coyuntura y las franquicias no tuvieron más remedio que plegarse a sus exigencias. Estas llegaron a desembolsar, en plena demencia estival, 5.000 millones en agentes libres

Una cifra mareante que quedó reflejada en seis jugadores. Entre Timofey Mozgov, Joakim Noah, Ian Mahimi, Meyers Leonard, Bismack Biyomobo y Miles Plumlee (tal y como muestra el analista de la NBA Tommy Beer) firmaron un total de 365 millones en contratos (60,8 de media) cuya duración alcanzaba los cuatro años. El sueldo medio del primer año fue de 14,6. De esta media docena, solo Mahimi continúa en el mismo equipo. El resto han ido abandonando los conjuntos con los que sellaron ese pacto, siendo Mozgov la oveja negra.

El ruso, tras alcanzar el acuerdo con los Lakers, solo ha disputado 85 partido en tres años, el último (unos escasos nueve minutos) el 11 de abril de 2018 con los Brooklyn Nets. El pasado curso lo pasó en blanco y su destino más que probable para el próximo es el Khimki ruso de la Euroliga. 

Brusco descenso

Sin embargo, el mercado se ha ido corrigiendo, en lo que muchos llamaron el invierno nuclear en la NBA, empezando por el tope salarial. De 2016 a 2017, este solo creció cinco millones (99); de 2017 a 2018, dos (101); y para el 2019 se espera un ascenso de ocho (109).

Y a continuación, llegaron los salarios y la duración de los contratos, como queda reflejado en  DeMarcus Cousins (hasta nueva orden, clase media), JaMychal Green, Enes Kanter, Robin Lopez, Kevon Looney y JaVale McGee. Los seis, conjuntamente, recibirán 56 millones (9,3 de media y menos de cinco el primer año). Son 309 menos que en aquel verano de 2016. Solo Looney ha logrado que su relación con Golden State Warriors supera los dos años al firmar por tres. Eso sí, tanto el pívot como el resto tienen su último curso como opción de jugador.