¿El retorno de Ayón a la NBA? Esto hizo en su primera etapa
Cuatro equipos en tres temporadas, 165 partidos, 635 puntos, y pocas oportunidades... todos los datos de la primera experiencia de Gustavo Ayón en la NBA.
Las declaraciones de Gustavo Ayón tras la consecución del 35º campeonato doméstico del Real Madrid no han dejado indiferentes a nadie. El jugador mexicano ha expresado su deseo de regresar a la NBA. Alega motivos "personales y familiares", y aunque no descarta seguir en el club blanco, da prioridad a una segunda experiencia en la Liga norteamericana.
Antes de llegar al conjunto de Pablo Laso, la carrera de Ayón fue un cúmulo de saltos de un equipo a otro. Nunca se estableció del todo en uno de ellos, y tuvo que remar contra viento y marea para poder conseguir una regularidad que logró cuando ya estaba en su madurez profesional. El pívot empezó jugando en México, su país natal, y dio su primer salto a España en 2009. Su primera aventura en el Fuenlabrada apenas duró unos meses antes de volver a latinoamérica para jugar en el club venezolano de Marinos de Anzoátegui. De nuevo disputó solo un puñado de partidos y retornó a la Península para jugar en el Illescas, filial del Fuenlabrada, antes de terminar la temporada en el Tenerife.
Al año siguiente, consiguió finalmente hacerse un hueco en el Fuenla. Jugó la temporada entera antes de dar el deseado salto a la NBA. Se había presentado al draft en 2007, pero no fue elegido, y tuvo que esperar a que algún equipo norteamericano se fijara en él y le ofreciera un contrato. Lo hicieron tras un años espectacular (2010/11) donde dominó los tableros y las zonas de la ACB y fue elegido Jugador Revelación.
En los Hornets fue donde empezó su aventura en Estados Unidos. Contaba con 26 años. Su primera temporada fue en la que tuvo más oportunidades. Jugó 54 partidos, 24 de ellos como titular, logró 2 dobles-dobles, e hizo 11 partidos por encima de los 10 puntos. Además, logró su marca personal en rebotes en la Liga norteamericana con 17, conseguidos en la victoria de su equipo ante los Cavaliers el 22 de febrero de 2012. Acabó la regular season con unos promedios de 6+5 en 20 minutos en pista. No era un mal comienzo para un rookie, pero las cosas no irían bien para el mexicano a partir de entonces.
Recaló en los Magic en la temporada siguiente, donde disputó 43 encuentros, solo 3 de ellos de titular antes de ser traspasado a los Bucks, con los que finalizó la temporada y debutó en playoffs ante los Heat de LeBron, dominadores de la NBA por aquel entonces. La 2013/14 sería la última de esta primera etapa. Fue en los Hawks, con los que solo disputó 26 partidos (14 de titular). El 12 de febrero hacía 18 puntos (máxima anotación en la Liga norteamericana) con 10 rebotes a los Raptors (en 30 minutos de juego) con un increíble 9 de 11 en tiros de campo. En el partido siguiente, jugado después del parón del All Star, se lesionó el hombro y dijo adiós a esa primera aventura.
Era un final triste para una etapa en la que acabó sumando 165 partidos, 41 de ellos como titular. Jugó en 4 equipos en tres temporadas, logró 635 puntos (4,7 por partido), 589 rebotes (4,4) y 173 asistencias (1,3) añadiendo además 100 robos y 73 tapones. Un trayecto carente de oportunidades y que finalizó con una lesión muy grave que pudo poner punto y final en su carrera.
El Barça, que tenía sus derechos, no quiso ficharle. Le rescató el Madrid. "Este club me dio una gran oportunidad después de una lesión de hombro en la NBA, después de siete meses parado. Juan Carlos Sánchez y el club apostaron por mí. Eso es impagable y nunca lo olvidaré. Estoy inmensamente agradecido por estos cinco años", decía el mexicano en As.com.
Desde entonces, ha sido uno de los pilares fundamentales de la era Laso en el Madrid: 4 Ligas, 3 Copas (MVP de la final en 2016), 2 Euroligas, 2 Supercopas de España y una Intercontinental. Un jugador que se ha hecho a sí mismo y que busca una segunda aventura en la NBA con 34 años y un currículum envidiable.