Ja Morant: un tornado escondido en una bolsa de Doritos
El base de Murray State ha sido una de las sensaciones de la temporada NCAA y puede ser uno de los grandes bases de la próxima generación.
Número del draft: 2 (Memphis Grizzlies)
Edad: 19 años (10 de agosto de 1999 en Dalzell, Carolina del Sur)
Altura y peso: 1,91 y 79 kilos.
Universidad: Murray State (2017-19)
Estadísticas NCAA: 18,7 puntos, 6,1 rebotes y 8,2 asistencias
Puesto: Base
Ja Morant ha sido una de las sensaciones universitarias y el jugador que, de forma inesperada, se coló entre Zion Williamson y sus compañeros de equipo, RJ Barrett y un Cam Reddish a la baja, en los mock draft de la segunda mitad del curso universitario. Pero a diferencia de Zion y Barrett, Morant no era una estrella mediática de instituto ni un jugador por el que se pelearon las grandes universidades. Acabó en Murray State, a la que además llevó a la segunda ronda del March Madness tras debutar con un triple doble ante Marquette (17 puntos, 11 rebotes, 16 asistencias), y lo hizo por pura casualidad.
Así se escribe la historia: James Kane, ahora en Iowa State, viajaba por el Sur a la caza de talentos para Murray State. Entre partidos de un torneo en el que había ido a espiar a otro futurible (Tevin Brown) fue a una máquina expendedora a comprar Doritos y, por los pasillos del pabellón, escuchó ruidos de partido en una pista adyacente. Allí fue, allí vio a Ja Morant, deslizándose entre los jugadores que no tenían hueco en el torneo principal, y allí se enamoró de él y trató desde entonces de mantener su hallazgo en secreto sin que circularan demasiado los vídeos que grababa con una GoPro el padre del fenomenal chico, Tee Morant, que en sus años de instituto jugó con Ray Allen y acabó montando después una barbería.
Así llegó a la NCAA un Ja Morant que arrasó en su segunda temporada, con mucha más responsabilidad y un peso total en el juego de Murray State: 24,5 puntos, 5,7 rebotes y 10 asistencias de promedio. El primero en promediar 20 puntos con 10 pases de canasta en la Division I, el segundo en tres décadas con 10 asistencias de promedio. Y de ahí directo a una promesa de estrellato en la que solo Zion Williamson acabó pareciendo claramente superior dentro de su camada rookie.
Ja es sobre todo un pasador, un excelente pasador. Con una visión de juego privilegiada y mucha facilidad para doblar pases una vez que llega a la zona con ventajas obtenidas gracias a su endiablaba velocidad, sus tremendos cambios de ritmo y dirección y su excelente manejo de balón. Como anotador, es excelente cerca de la canasta aunque algunos creen que tiene mucho músculo que ganar para poder hacer el mismo daño en las zonas NBA.
Y es, otro asunto a vigilar con atenicón, un tirador poco más que correcto que, sin embargo, mejoró en su segunda temporada y demostró un rango más cercano al baloncesto profesional: 40% en la distancia NBA sobre su 36% total en triples. Es cierto que acaparaba todo el juego de su equipo y que eso le hacía sumar también muchas pérdidas y, para los más puntillosos, inflar sus números de manera algo artificial. Pero eso era lo que algunos temían también con Damian Lillard tras sus años de estrella solitaria en Weber State. Así que si vale el ejemplo del base de los Blazers, hay poco que temer con Morant, un torbellino que lo tiene todo para convertirse en uno de los grandes de la próxima generación de bases NBA.