Valencia Basket ya está en semifinales y retará al Madrid a partir de este jueves. El conjunto taronja tumbó a Unicaja en el partido definitivo. En la eliminatoria más igualada de cuartos, el equipo de Ponsarnau sufrió hasta el final para conseguir su objetivo. Unicaja nunca arrojó la toalla, a pesar de que se levantó de la lona mil veces. Pero el equipo de Casimiro se topó con un Labeyrie que sacó el fusil en el momento justo para meter a La Fonteta en las semifinales del torneo.

Valencia Basket fue una tormenta desde el inicio. Liderado por Tobey y Van Rossom, el equipo de Ponsarnau metió la directa, asfixiando y desquiciando a Unicaja. De los 23 puntos que metió el cuadro taronja en el primer cuarto, el pívot y el alero le pusieron su firma a 16. Dentro y fuera mandaba Valencia mientras Casimiro perdía los nervios en el banquillo, con técnica incluida. En apenas seis minutos, Unicaja ya había perdido cinco balones y sólo era capaz de seguir con la mirada el acierto naranja desde el exterior. Así se desconectó del partido mientras se desangraba en el marcador, con desventajas de hasta 15 puntos (25-10).

Unicaja estaba obligado a mejorar en el segundo cuarto. Y lo hizo, pero tímidamente. Carlos Suárez asumió galones desde el perímetro e intensificó en defensa. Sin embargo, Tobey estaba suelto, volaba sobre la cancha, anotando de todas las maneras posibles. Era su día, su partido. El pívot alcanzó los 15 puntos antes de terminar el segundo periodo y tuvo parte de culpa para que Unicaja no se acercara más en el marcador. Pero la tónica era la misma, con los malagueños lastrados por sus muchas pérdidas.

Unicaja tiró de orgullo para meterse en el partido tras el paso por los vestuarios. Del intercambio de golpes inicial se pasó al arreón que metió el equipo de Casimiro justo antes del final. Un parcial de 0-8, con Shermadini como líder, le metió emoción al partido. Tobey se diluyó. De hecho, sus primeros dos puntos tras el descanso llegaron en el último segundo del tercer cuarto. Unicaja también dejó de perder balones y apretó los dientes para fiarlo todo al último periodo (58-51).

Valencia Basket se vino abajo. Donde antes llegaba con facilidad ahora tenía lagunas importantes, sobre todo a la hora de defender a Shermadini. El pívot de Unicaja detrozó a su rvival con ocho puntos consecutivos. De pronto se pasó a un parcial de 4-18 y Unicaja se puso por delante en el marcador por primera vez en el partido, a siete minutos del final (60-61). Pero La Fonteta no había dicho la última palabra. Labeyrie, tampoco. El francés se convirtió en el invitado sorpresa cuando el balón quemaba y guió a su equipo a semifinales. Dos triples consecutivos, uno de ellos con un tiro adicional, sentenció a Unicaja. El parcial de 13-3 (73-64) a falta de dos minutos fue una losa para los visitantes. Roberts metió emoción, pero a Unicaja ya no le dio tiempo para levantarse por enésima vez.