FINALES NBA 2019

¿Punto final? Así ha sido la tiranía de LeBron James en las Finales

Tras ocho años de dominio, la NBA ha vuelto a ver un partido de las Finales sin 'El Rey'; El alero ha visto el final de una etapa histórica en la que ha construido su legado. ¿Volverá?

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LeBron James, NBA
BECK DIEFENBACH AFP

La victoria de los Toronto Raptors ante los Golden State Warriors en el primer partido de las Finales de la NBA 2019 supuso una serie de novedades que no pasaron desapercibidas. El duelo fue un hito para la franquicia, que se estrenaba en la última ronda de los playoffs. También era la primera vez que el conjunto de Oakland se jugaba el título sin ventaja de campo. Y la primera en la que empezaban por detrás. Pero sobre todo, fue la primera vez que los de Steve Kerr se enfrentaban en un partido por el campeonato a una franquicia del Este... sin LeBron James.

Nueve años. Ese es el tiempo que ha pasado desde la última final en la que no estaba el alero. En esa temporada, los Lakers se imponían a los Celtics en un dramático séptimo encuentro cuyo resultado supuso el quinto anillo para Kobe Bryant, el segundo de Pau Gasol y el undécimo que lograba Phil Jackson. Ninguno de ellos volvió a ganar. Tras el campeonato de 2010, 'El Rey' comenzó su tiranía y enlazó 8 Finales consecutivas para lograr una de las rachas más increíbles del deporte moderno. Una racha que ha concluido esta temporada, en la que no se encuentra luchando por el título. 

El año 2010 en concreto fue clave para el alero. Lo intentaba una vez más con los antiguos Cavaliers, aquellos con los que llegó a las Finales de 2007 a una edad muy temprana, y con los que luego no consiguió regresar. En las tres campañas posteriores a 2007, James se estrellaría en el Este con el equipo que acabaría siendo finalista. En 2008, sus Cavs no pudieron en el séptimo partido de las semifinales de Conferencia con los Celtics, que fueron campeones. Un año después avanzaron una ronda más, pero fueron derrotados sorprendentemente por los Magic. En 2010, con O'Neal en el equipo, volverían a caer ante Boston en segunda ronda.

Fue un antes y un después en la carrera de un jugador llamado a conquistarlo todo, pero que estaba, hasta ese momento, con las manos vacías. Ese último fracaso cambió el chip de LeBron, que decidió dar un vuelco tremendo a la Liga con su anuncio de marcharse a los Heat para compartir equipo con Dwayne Wade y Chris Bosh. El alero se iba de Ohio entre las críticas de unos aficionados que tardarían en perdonarle su marcha y con algunos seguidores no muy contentos con el súper equipo que se formaba en Florida. 

Hubo algún analista que se aventuró a decir que Miami acabaría ese año 82-0. Nada más lejos de la realidad. La temporada estaría llena de altibajos, y Pat Riley tuvo que reafirmar la figura del entrenador Erik Spoelstra, que no era del gusto de LeBron (como no lo fueron luego David Blatt o Luke Walton). Llegaron a las Finales tras derrotar a los Bulls de Derrick Rose, pero allí fueron vencidos por los Mavericks y de nuevo con James en el ojo del huracán por su flojo rendimiento en la lucha por el título, donde le cedió el protagonismo a Wade.

La historia cambió en la 2011/12, la temporada del lockout. Los Celtics, una de las bestias negras del alero, estaban 3-.2 en las Finales del Este y con partido en el Garden para sentenciar la eliminatoria. LeBron decidió que ya había esperado demasiado. 45 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias para ahuyentar fantasmas, ganar el séptimo en Miami y avanzar a unas nuevas Finales que esta vez no perderían. 4-1 ante los Thunder y primer anillo para El Rey. Repetirían een 2013 ante los Spurs con milagro de Ray Allen incluido antes de ver como se diluía el big three en 2014, cuando cayeron de forma clara ante los Spurs.

James volvió a cambiar de aires para regresar a los Cavs, lo que no impidió que siguiera sumando una final tras otras. Otras cuatro seguidas, con mención especial a la de 2016, que fue la única que ganó y con la que cumplió la eterna promesa del anillo a la ciudad de Ohio. También destacable el año pasado, el último de su increíble dinastía,  cuando logró la última gran machada metiendo a unos Cavs muy flojos de nuevo en las Finales con una de las mayores exhibiciones individuales de la historia de los playoffs.

En verano fichó por los Lakers. Y ahí se acabó la historia.

Los datos de la era LeBron

Independientemente del fracaso de James en la presente campaña, donde ha sido víctima de las lesiones y se ha caído, entre otras cosas de los playoffs y del primer quinteto de la temporada, es un hecho que el jugador ha marcado un antes y un después en la historia de la Liga. En la última década, sus números han sido impresionantes, y ha establecido una dinastía que ha visto como se enfrentaba a rivales distintos en las Finales, como batía un récord tras otro, e incluso como cambiaba el baloncesto mientras el seguía inamovible en la ronda en la que se jugaba el título.

Sus numerosas y consecutivas participaciones le han dejado con varias marcas que serán muy difíciles de superar. En esta década, James es el líder de las Finales en puntos, rebotes, asistencias y robos. Además, en las cuatro grandes ligas norteamericanas (NHL, NFL, MLB y NBA) pocos equipos han logrado llegar a tantas finales consecutivas como este jugador. Montreal Canadiens lograron estar en las Finales once veces consecutivas. los Celtics de Bill Russell lo consiguieron en diez. LeBron, en ocho. La tercera mejor racha de la historia corresponde a un solo jugador, que ha establecido él solo una de las grandes dinastías de la historia del deporte.

Hay más curiosidades en esta racha. James ha logrado esto con dos equipos distintos, y su racha se ha alargado tanto, que los que la han seguido han sido testigos del declive de estrellas como Kobe Bryant, Tim Duncan o Kevin Garnett mientras que emergían otros grandes campeones  como Kawhi Leonard, Kevin Durant... o los Warriors, que curiosamente han encadenado cinco Finales consecutivas pero que es esta la primera ocasión en la que no se enfrentan a James en la lucha por el campeonato. Contra ellos ganó en 2016 remontando un 3-1, algo nunca visto hasta entonces en unas Finales.

¿Volverá?

Es la gran duda. Hace dos años eran inimaginables unas Finales en las que James no estuviera. Hoy en día parece inimaginable pensar que el año que viene vaya a luchar por el campeonato. Por las lesiones de la presente campaña, porque tiene 34 años, por la situación estructural de una franquicia que está en tierra de nadie y por los jugadores que le acompañan actualmente. La decisión de ir a los Lakers supuso una nueva revolución en la Liga, pero lo que parecía darle a la franquicia un soplo de aire fresco ha acabado siendo, al menos de momento, un fracaso rotundo.

La corona del Este la ha heredado Kawhi, pero será difícil ver una exhibición individual tan duradera de cualquier otro jugador. Por mucho que los Warriors sigan encadenando Finales, a los de Golden State se les recordará por su dinastía como franquicia, mientras que a los Heat y a lo Cavs se les recordará por LeBron. Sobre todo a estos últimos, que se hunden cada vez que la estrella pone la directa hacia nuevas aventuras.

Con 34 años, James entra en la recta final de su carrera con un equipo joven y que necesita una reconstrucción que no termina de llegar. Ahora mismo parece difícil volver a situarlo en las Finales. Pero con LeBron, nunca se sabe. De momento, las ocho Finales consecutivas serán su estrella y su legado. Y tres anillos. No nos olvidemos de eso.