Giannis Antetokounmpo ha sido el gran beneficiado por entrar en uno de los mejores quintetos del año (el primero en su caso). Gracias a ello, y a que ya estuvo en uno de los del año pasado, se asegura la posibilidad de renovar con los Bucks el año que viene con un contrato supermáximo que le hará ganar un 35% más de lo estipulado, hasta llegar a los cinco años y 247,3 millones de dólares. Si lo firma se convertiría en el jugador con el contrato más lucrativo de la historia de la NBA.

¿Qué supuestos tienen que cumplir para optar a esos contratos supermáximos? Lo primero es llevar al menos siete años en la Liga. Además tienes que estar en el mismo equipo que te drafteó o, si no es así, que el traspaso se diese en los cuatro primeros años, los correspondientes al contrato de debutante. A partir de ahí necesitas ser reconocido en los premios de final de temporada en alguno de estos casos:

• Entrar en uno de los mejores quintetos el año anterior a la finalización de tu contrato o en dos de las tres anteriores temporadas.
• Entrar en el mejor quinteto defensivo el año anterior a la finalización de tu contrato o en dos de las tres anteriores temporadas.
• Ganar el MVP de la temporada en uno de los tres años anteriores a la finalización de tu contrato.

Con todos estos aspectos en cuenta, estas son las estrellas que han salido beneficiadas o perjudicadas con los resultados de los tres mejores quintetos del curso.

Kemba Walker

Con su inclusión en el tercer quinteto opta a renovar con los Hornets con un contrato supermáximo de cinco años. Estaríamos hablando de 221 millones de dólares, a diferencia de los 190 en cinco años que le podían dar antes de su inclusión. Son 31 millones de diferencia. Kemba termina contrato así que es libre de negociar con cualquier equipo, pero el resto de franquicias sólo pueden llegar a los cuatro años y 141 millones, 81 menos que lo que le pueden pagara ahora en Charlotte. Otro tema es lo que decida hacer él (si le interesa más el dinero de los Hornets o el proyecto ganador de otro equipo) y lo que decidan hacer desde los despachos (darle todo ese dinero a Kemba o iniciar de una vez por todas una reconstrucción de verdad).

Damian Lillard

A Lillard aún le quedan dos años de contrato con 62 de los 140 millones que firmó en 2015 por cobrar. Pero gracias a su elección en el segundo mejor quinteto podría firmar ya mismo una renovación de cuatro años y 191 millones, lo que le aseguraría cobrar 153 millones en los próximos seis años con los Portland Trail Balzers.

Bradley Beal

Beal fue el jugador con más votos en quedarse fuera de los tres quintetos. De haber entrado, estaría en la misma situación que Lillard: pudiendo renovar por cuatro años y 191 millones. Pero todo eso no ha ocurrido y ahora tanto el jugador como los Wizards tienen algo más de tiempo para pensar qué hacer. Todavía le quedan dos años de contrato y, de momento, el escolta no tendrá que pensar si quiere renovar por esos cuatro años y comprometerse a estar los próximos seis en Washington, en un equipo que ahora mismo no se sabe muy bien hacia dónde va. Por su parte, la franquicia se ahorra tener que subirle el sueldo a la que era su segunda estrella cuando la primera (John Wall, y esos roles seguramente han cambiado) está en mitad de un contrato que ahora mismo parece ruinoso para ellos.

Klay Thompson

Que Klay se haya quedado fuera de los quintetos hace que la diferencia sea bien visible, ya que está a punto de ser agente libre y va a firmar un nuevo contrato sí o sí este mismo verano. Además, su intención siempre ha sido renovar con los Warriors, así que si sigue en la Bahía ha pasado de los posibles 221 millones a los 191 a los que ahora puede optar, en ambos casos para los próximos cinco años. Es el mismo caso de Kemba Walker, sólo que el de Charlotte sí puede negociar por el supermáximo y él no. La otra cara de la moneda son los Warriors, que también han hecho pública su intención de renovar a toda costa al escolta, así que en su caso podrán ahorrarse unos cuantos millones para confeccionar el resto de la plantilla.

Karl-Anthony Towns

El interior de los Wolves firmó una renovación de contrato en septiembre para los próximos cinco años a razón de 158 millones de dólares. En caso de haber entrado en alguno de los quintetos (fue el primer pívot que se quedó fuera) el acuerdo con su franquicia lo habría reflejado con un incremento total de 32 millones, hasta llegar a los 190. Así que en Minnesota, de momento, también tendrán dinero extra para otros jugadores.